lunes, 20 de abril de 2009

X Salón del manga de Jerez 2009

Después de la "putada" que me pasó el año pasado que me chafó los planes para ir a dicho evento, finalmente puedo decir orgulloso que por fin pisé Jerez, la ciudad de las rotondas extravagantes y los autobuses rosas. Ante todo, agradecerle a etegoinarcadia y a su familia el ofrecerme un techo bajo el que cobijarme y todo lo demás.

Pues el salón en sí... ¿Os acordáis de todos los salones de por aquí que he comentado anteriormente? Pues prácticamente lo mismo. Pero eso sí, cuando lo que vas es más que a disfrutar de un salón cuyas actividades o stands son prácticamente (o totalmente) los mismos que en el otro lado de Andalucía, es a disfrutar de la comnpañía de los coleguillas, pues mejor. Pues eso, aparte de mandarles un saludete a toda la gente a la que me encontré por ahí, en especial conocidos de la internet (gente de AU y sus foros, Koi-nya, FnF y otros antros).

Sucesos, haberlos los hubo más o menos hilarantes, de ahí que nos lo pasásemos bien. Desde disfrutar (a nuestra manera) del concurso de cosplay a rechazar a la muerte por escribir sin tildes, pasando por abrazos indiscriminados o el intento frustrado de tongar un concurso de juego de la PS3 de Naruto. Pero lo dicho, que me lo pasé muy bien precisamente por toda esa gente, tanto como a la que ya conocía en persona, como a la que conocí en persona ahí.

Cuando me pille con más ganas, hago el reportaje de fotos, aunque ya sabéis lo dado que soy a hacer dichos reportajes últimamente... que queda todo en papel mojado.

lunes, 13 de abril de 2009

Hidamari Sketch: muerte por moe


Bueno, pues después de media hora buscando imágenes en mi carpeta de /a/ (algún día tengo que reorganizar y clasificar todo ese cajón de sastre), por fin empiezo la reseñita de esta oda al más hardcore moe que existe y existirá: Hidamari Sketch.

¿Y de qué va esto, que he visto por ahí que se le da tanta murga? Pues va de cuatro chicas de instituto que viven en un apartamento enfrente de su escuela de arte. Trata de sus cosas, de su vida cotidiana, en una comedieta slice of life muy agradable de ver, divertida y con una calidad artística destacable, con unos simpatiquísimos y entrañables personajes. Como escuché decirle a alguien por ahí, es como Lucky Star, pero sin frikerío (salvando las distancias).

Pero, ¿es sólo eso, slice of life con moe? Pues sí, es moe. Pero no moe de ése que sale de debajo de las piedras, no. Éste es del que duele; del que te penetra hasta lo más hondo. Es que el aliciente factor SHAFT moeficador es demoledor. Sólo puedo resumir lo que experimenté al ver los dos primeros episodios en las siguientes imágenes, ésta y ésta. Cuando lo veáis, entenderéis a qué me refiero. Es... algo distinto. Dejó una sensación demasiado dulce que me recorrió todo el cuerpo. Es una sensación como la que debe sentirse cuando se te rompen los capilares de las fosas nasales por ver una escena sumamente subida de tono, pero sin dicha subida de tono (bueno, en ciertos momentos... sí).

En fin, que me dejó muy buen sabor de boca. Aparte, el manga tampoco se queda atrás, con escenitas la mar de potitas, tales como ésta o esta otra. En definitiva, si te va el género, sin ninguna duda alguna esto es el máximo exponente. Ideal para terminar un día de ajetreo. 12 capítulso y dos especiales que son una delicia, un pastelito para el niño y para la niña.

Soul Eater: random shônen is...

Je, menudo monazo llevaba a mis espaldas esta semana santa sobreviviendo sin ver las novedades que se han estrenado de la temporada de primavera. Y aun habiendo visto unas cuantas cosas antes de ser obligado a exilio involuntario, sigo con mucha tarea pendiente. Ains, qué le vamos a hacer, todo a su tiempo.

Bueno, dejándonos de nimiedades, vayamos a lo que importa. Ayer por fin finiquité esa serie que estrenaron la primavera pasada y que todo el mundo tenía hypeada por niveles estratosféricos. Además, adaptado por ese prestigioso estudio de animación que nos ha dejado otras perlitas como FMA, Eureka Seven y demás. Sí, hablo de BONES. Y es que este estudio coge un shônen random y le da... pues en pirncipio, así, no le da mucho. Muy aficionado al género hay que ser para empezar con algo tan del palo. Eso sí, conforme avanza, la cosa va ganando, hasta que de repente... ¡PUM! Se convierta en Chocapic. Nah, en realidad, se convierte en algo simplemente tragable. Pero de tragable pasa a generar mono, y ahí es cuando ya empiezas a preocuparte al decir "guau, si en el fondo la espera ha merecido la pena". Pero, ah amigo, el síndrome de BONES vuelve a estar presente. Y es que ése es el riesgo de adaptar una serie todavía no terminada: la recta final. Y ahí es donde, parece ser, vemos el punto flojo de este estudio. O no sé, por lo menos, yo lo considero un punto donde, al menos, deberían mejorar, no ya sólo porque suelen tender un poco más a la QUALITY que tanto nos gusta, sino más bien porque, definitivamente, no son originales haciendo finales, ni los hacen decentes. En serio, qué desilusión. Han vuelto a pecar de final mentecato de extrema ingenuidad y tipicón. Habiendo visto poca cosa de este estudio, me puedo percatar de que el happy ending made by hippies es el plato fuerte de los guionistas de este estudio, y recurren a él en exceso.

Bueno, desmantelando por completo la opinión que me ha dejado la serie en general y el estudio en particular, procedo a decir un poco de qué va la cosa. Pues entramos otra vez con los rollos de monstruitos y shinigamis, de niños con superpoderes y amigotes que se transforman en armas, muy pr0 todo el mundo y tal. Sí, bueno, ¿os acordáis del último shônen que os hayáis leído/visto (no me creo que nadie medianamente entendido en materia, al menos una vez en su vida, haya leído/visto un shônen)? Pues eso, pero con un diseño de personajes bastante feúcho y poca salsa. Pero bueno, eso es una impresión generalista y que destaca sobre todo a miad de la serie, justo cuando esntra en lo mejor. Sin duda, lo que cabe destacar es algunas partes de animación, que está simpática por lo general en toda la serie, la banda sonora (bastante acertada, y por qué no decirla, me ha molado) y respecto a personajes... Puf, los principales son para empalarlos a la mayoría. Eso sí, si hay que destacar algunos, son un grupo de secundarios a los que, desde mi punto de vista, se les ha dado poco portagonismo, y eran altamente explotables; desde el profesor zombi Sid a los compañeros de clase de los protagonistas, pasando por el arma más irreverente, Excalibur (baka!) o los secuaces de la Bruja Medusa. Luego ya el resto... Pichí pachá. Si te gusta el shônen, hará tus delicias, si no, será una serie más de 50 capítulos en MAL para agrandarte la e-polla delante tus admiradores en la red.

Hala, otor tocho de impresiones que nadie leerá y que me quita parte del tiempo que iba a dedicar a uno de los muchos artículos que no he leído esta semana santa. Hala, que gocéis majestuosamente de lo que queda de puente los que aún tengáis libre, que yo hoy libraba. Y paso de poner imagen, que para algo está Google.

sábado, 11 de abril de 2009

El capitalismo japonés: algo más que una derrota creativa

Vale, empecemos dejando clara una cosa: he vuelto a las andadas. No, en realidad, no quería decir esto. Bueno, sí, pero también quiero dejar clara otra cosa que no era ésa. Dicha cosa es que a pesar del título que promete una infumabilidad galopante (supongo que para los seres humanos normales lo debe de ser), he de reconocer una cosa, y es que nunca pensé que un libro sobre economía me llegase a gustar tanto.

"Vale, definitivamente, tu cerebro se ha ido a la mierda (más aún). Lo has conseguido, ¿estás contento?"

Supongo que todo el que haya leído este primer párrafo habrá pensado eso. No creo que le falte razón a nadie al respecto, pero creo que he de justificarme. Bien sabido es que una buena prosa puede llegar a hacer de algo mediocre una obra de arte (reiterados ejemplos se pueden encontrar tanto en la vida cotidiana como en la literatura universal). Pues lo mismo con un tema tan árido como pudiere ser el llamado "milagro japonés" de la segunda mitad del siglo XX. ¿Qué sugiere esto?

Bien es difícil de asimilar que se pueda dar una prosa bonita en una obra que trate un episodio histórico tan "economizado". Pero realmente, entre tablas de evolución de producciones, PNBs/PIBs, creación de empresas o elevaciones/devaluaciones de la moneda; se encuentra uno con episodios que son tratados a través de acertadas decisiones en cuanto a los fragmentos de otras obras elegidos de entre frases célebres de conomistas de los tiempos contemporáneos. Da una visión muy completa y directa, muy personal, con respecto a cómo la economía japonesa despegó a partir del final de la II Guerra Mundial, trqas la Ocupación estadounidense que sufrió el antiguo Imperio, y su transformación política y social a lo largo de este tiempo, hasta hace unos 20 años, cuando la obra fue publicada.

En serio, hermosa obra de economía, con una redacción agradable que, a pesar de tener algunos apartados (en especial referidos a asuntos plenamente económicos) resulta un deleite para el lector que, a mi modo de ver, sea algo entendido en estos menesteres. Aparte de dar una visión muy agradable y completa de la etapa estudiada, con amplia documentación y magníficas notas a pie de página, y dando una perspectiva muy actual de cómo apreciar tanto el mundo presente como el pasado. Completamente recomendable a cualquiera interesado en conocer mejor este proceso histórico. Recomendabilísimo.

Ahora que me fijo, sí que hacía tiempo que no hacía una reseña de lectura en este blog... Se nota que me ha pillado el toro de los estudios.

Ficha técnica
TSURU, S. El capitalismo japonés. Algo más que una derrota creativa. Madrid, AKAL, 1999

domingo, 5 de abril de 2009

White Album


Me he transformado. Recuerdo que hace un par de años este tipo de cosas las miraba con un repelente "bleeeh" y me la sudaban entera. Maldita fuese la hora en que viese Kimi ga Nozomu Eien. En fin, después de aficionarme cosa mala al género de "telenovelas de dibujitos"; en invierno se estrenó otra que, además, era la créme de la créme: White Album, una adaptación de algún eroge (del cual debe de ser la imagen que he puesto, que era la primera que salía en google, y no me apetece buscar otra) de los noventa, que además, nos da el aliciente de tener enfrentadas a dos seiyuus de ganada reputación, Hirano Aya (como Yuki) y Mizuki Nana (Rina).

La serie trata de que la muchachita Yuki quiere ser idol, y la tal Rina la traspasa a sus faldas. Su maromo, Touya, todo un semental, empieza a tener problemas para verla y tal, con lo que es rodeado por un harem de amiguitas y compañeras de trabajo de su polola mientras, en uan confusísima primera parte de la serie (con el aliciente de la más confusa aún traducción de Eclipse, el fansub guiri), pues te presentan al harén de este sujeto: amiguita de confianza, amiguita de la facultad, la mánager de la chavala, una loli tsundere (el mejor personaje de la serie, sin duda) y las dos idols. Pues nada, cosas pasan, líos suceden, cuernos aparecen... Es completita, y a mitad de la serie, cuando ya después de 6 ó 7 capítulso parece que puedes llegar a enterarte de algo, pues es un goce.

Basatnte recomendable a todo adicto al género, bastante molona, pero se echan de menos unas raws de mejor calidad, y sobre todo, el final abierto en un episodio que si destaca por algo, es por la insultante QUALITY que se gasta, que da vergüenaz ajena. Y además, nos deja sin la canción de Rina. Aparte, cabe destacar que Mizuki Nana hace mejor trabajo tanto de seiyuu como cantando que la chillona de la Aya, a la cual he empezado a pillar bastante tirria desde que hace de niñitas buenas en vez de cabronas como Haruhi Suzumiya o Kaoru (la loli pelirroja de ZKC). Es del tipo que le pegan, y no las nenas como Yuki o la hija de Veinte Caras, Mikamo Chizuko; que son más sosas las pobreticas...

En fin, que eso, que mañana me largo para el pueblo y que me tiro toda la semana santa exiliado y con trabajo hasta el cuello. Intentaré leer algunas cosillas para dejaros regalitos a la vuelta. Y ya de paso, me vuelvo con unas torrijillas de más, que hay que saber aprovechar la coyuntura. Y no, no me gusta el bacalao con tomate, así que me temo que pecaré un poco el viernes santo.