Aunque es la 3º partida que echamos, pero bueno... La cosa se complica. tras un día regularcete 8eso de dormirse en historia moderna universal no mola nada, sobre todo frente a las narices del profesor) y la conferencia en italiano con una profesora ronca y sobre la sexualidad en la edad moderna; seguida de una partida de Bang! y una clase de jergolíficos en la que no he entregado los ejercicios... pues bueno, vamos a comer a un brasileño. espero no repetir dicha experiencia, pues ahora padezco las consecuencias de las salsas y el exceso de carne frita.
Bueno, el caso es que después de comer (sobre las 5 de la tarde), tenía partida de rol. Sí, seguir con las aventuras del casto Fausto, un trolebús con un hacha tan grande como él que no sabe mediar palabra pero cuya efectividad roza el absurdo (pero de lo útil que resulta, sobre todo siendo un personaje de mi creación). Pues nada. Aparcados en mitad del cementerio, con el tomo del cura en ls manos, decidimos volver a la posada, en la que nos esperaba una grata sorpresa: 5 tipos armados aguardaban a que entrásemos. Los magos acabaron malparados, pero Fausto hizo su "epic intervention": le atacaron 2 maromos, y como es tan sumamente pr0 (no como su dueño) les arreó un par de hachazos del quince, desintegránsolos casi en el acto. Y luego cargó contra otro, y le dio un ¡ZAS! en toda la boca de esos que marcan. Otro sujeto estaba siendo malherido por el pícaro, y cuando me disponía a rematar la faena, el último tipo cayó solo, y soltó una bola de cristal que no llegó a chocar con el suelo, y que si lo llega a hacer, pobres de nosotros. El caso es que si se rompían, nos quedábamos guapos. Y los cadáveres de los sujetos desaparecieron misteriosamente...
Pues nada. Según el diario del cura, sacó información del barco naufragado. Siguiente paso, evidentemente, ir a inveestigar al navío. Encayado y de difícil acceso, el mago joven y Fausto se embarcaron mediante un teletransporte, y fuimos conduicidos a la sala del capitán, con manuscritos que necesitábamos, y vimos la celda de "algo esférico". Como daba un mal rollo que echaba para atrás, pues por fin decidimos tomar cartas en el asunto, y lanzarnos a la aventura definitiva: vayamos a las ruinas de la catedral. Y ni ruinas ni leches: una catedral gótica de ésas macabras que de gótico tienen el mismo apelativo que un emo. Eso era el castillo de Drácula, por lo menos. Pero tenía nave central, y en ella una gran columna. Y la entrada a un claustro desde uno de sus laterales, llevando a un frondoso jardín con 2 chuchos bastante espeluznantes custodiándolo (y si no, que le pregunten a los homúnculos invocados a modo de sacrificio). Total, como encontramos un atrapasueños con mucho zeon (y no me refiero a la famila de Casval y Artesia :P) pues les mandamos a los chuchos las bonita esfera, y BUMBA, parece ser que calcinados. Al final accedimos al sitio custodiado, y resolvios un acertijo que parecía más simple de lo que nos esmerábamos en intentar (no es por alardear, pero yo sugerí el canon de la resolución, y otro ya lo resolvió. Puto guerrero que llevo, que parece un notas y va de lujo). Y ahí nos hemos quedado.
¿Qué les aguardará a Fausto y sus amigos en la entrada del macabro sótano de las "ruinas" de la catedral? ¿Vencerán al marqués, que parece ser el enmarronador de toda esta historia? ¿Podremos ver sexo entre la muchacha y el porta (no como en la vida real del jugador ¬¬)? Todo esto, y esperemos que algo más, en la próxima partida, que a saber cuándo será. Ya quedaremos, ya...
jueves, 15 de noviembre de 2007
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1 comentario:
¿Y si le metes una carta de Tarot? Automáticamente se joderá el buen rollo del juego, puesto que tendrás más poder que el resto de los insignificantes mortales. Arrasarás en el rol hasta que un cuerpo antropomórfico, representante de la Realidad, te pegue una bofetada y te grite: ¡Fuera de casa!
Fdo. TrandeK de AU
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