martes, 2 de julio de 2013

Chikan Otoko


Ha llovido desde que me lo leí (aunque más desde la última reseña en este plan que hice por aquí), pero, debido a que he sido incapaz de preparar una review en condiciones para koi-nya, me toca ahora hablar de uno de los mejores doujinshi que he tenido el gusto de leer. Hablo de Chikan Otoko, conocido en inglés como Molester man.

Este doujinshi, de Takuma Yokota (autor de Onani Master Kurosawa, otro doujin del que hablé tiempo atrás), es una obra que nadie debería perderse. Sin duda, una de las mejores historias de amor que he tenido el gusto de leer. Basado en un relato que pudo leerse en 2chan, el imageboard japo donde se coleccionan las historias turbias, además de ser un filtro de publicaciones populares o de discusiones internetiles de muy variado cuño, nos cuenta las vivencias de un chaval que, denominado "Acosador" por las circunstancias, se ve inmerso en un problema con la señorita Malentendido (tiene más gracia la coña en inglés, "Miss Understanding", que da lugar a esa graciosa ambigüedad entre "misunderstanding", malentendido, y "miss understanding", que viene a ser algo como "señorita que comprende". Yo me quedo con el primer juego de palabras), la cual cree estar siendo seguida y acosada por nuestro protagonista. De esta forma nos encontramos con que ambos tienen que verse en la comisaría para dar parte de la situación y deshacer el entuerto. Y, así, van haciéndose amigos. Acaban quedando, conociendo a sus círculos de amistad (en este caso, de forma unilateral, porque el señor Acosador no tiene amigos que presentar a la señorita). De esto que conoce a sus compañeras de trabajo, de las que destacamos a dos que jugarán un papel fundamental en la historia que, verdaderamente, comienza a desarrollarse aquí: Loli, una chica de aspecto infantil y con una generosa delantera, y Kansai, una chica algo obtusa pero muy amiga de sus amigas. Y así es como se genera una serie de situaciones de enredo que, todo sea dicho, goza de un desarrollo espectacular.

El fuerte de la narración es sin duda el constante monólogo interior del protagonista, sus inquietudes y necesidades en una situación tan puntual. El recurso a referencias y a gestos tan melodramáticos sin duda refleja lo que pasa por la cabeza de un hombre cuando se ve en un embrollo de este calibre y cómo tiene que irbarajando posibilidades, cómo va haciéndose ilusiones y cómo se ralla la cabeza de mil y una formas para que las cosas salgan como uno quiere. Las desdichas de estar enamorado, vaya. Sinceramente, yo creo que si se quiere saber en qué piensa un hombre que está enamorado, esta obra sin duda se acerca mucho a lo que se siente y se padece.

Otro punto fuerte que tiene la obra es cómo consigue que los personajes sean entrañables a través de la empatía que el protagonista tiene con ellos, todo ello aderezado con un humor muy de la red, con montones de referencias a manga y anime que hacen las delicicas de los que entendemos un poquito más de lo habitual de estos temas. El recurso a la comedia es un punto muy fuerte, ya que tiene muchas situaciones cómicas o que acaban resultando algo absurdas o, simplemente, tenemos todo ese abanico de ideas y cosas que pasan por la cabeza del protagonista, que dota a la serie de una carga de desenfado que quita mucho hierro a la trama principal, pero sin restarle importancia. Esta combinación le otorga muchos más puntos de afinidad al personaje y a quienes le rodean, ya que, insisto, el monólogo interior constante del "qué voy a hacer, qué va a pasar" está ahí y nos ayuda a compenetrarnos y a amenizar una densa carga de texto en unos capítulos por lo general bastante largos.

Y hablando de las referencias, merece la pena detenerse aquí y darles un repaso. El abuso de referencias a manga tanto clásico, como muy masculino, como de reciente actualidad es un punto muy a favor de la vertiente cómico de la serie. Desde el recurso recurrente a las caras y poses estilo Araki o Buronson hasta las de Fujio F. Fujiko. También nos encontramos con otras claras referencias a series como Bleach (dentro de la mente del amigo Acosador), Shigurui (los que llevan la tienda de sushi) o el famoso one-shot conocido por su frase "Yaranaika?" (sí, esa cara tan dada a las bromas por Internet se le ha puesto al jefe de las chicas de la serie, que lleva un restaurante familiar... y da pie a situaciones hilarantes). Desde luego, es un recurso eficiente y bastante bien colocado en la mayoría de las ocasiones que logra quitar mucha tensión a las situaciones melodramáticas que se suceden, pero también incide en dar ese merecido tono desenfadado para hacer reír al lector.

En definitiva, creo que nos encontramos con un doujinshi de grandísima calidad, con una historia que no trata de ser pretenciosa, sino muy natural, que resulta creíble y que siempre nos deja ese regustillo de "Conozco esa sensación, compadre". Al menos, a mí me la dio bastante. También es que me tocó leerlo en una época en que... En fin, las circunstancias también mandan para saber cómo afrontar las sensaciones que te da una lectura o una película, y eso ha contribuido a que aprecie con este cariño a este serie. Acabo recomendándola encarecidamente, es una de las mejores historias de amor que he tenido el gusto de leer en un manga, por su naturalidad, por su simpatía y por la empatía que he tenido con el protagonista, un verdadero héroe de Internet.

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