sábado, 20 de noviembre de 2010

Kaze no Tani no Nausicaä: postcolonialidad animada


Hace muchos años que tuve mi primer contacto con las películas del señor Hayao Miyazaki. Recuerdo que tenía recién comprada la cuarta entrega del coleccionable de El señor de los Anillos y andaba pintando los recién adquiridos guerreros uruk-hai que acompañaban a dicha entrega. Mientras los empezaba a manosear y pintar, mi hermano llegó con la cinta prestada de Mononoke Hime (La princesa Mononoke). Un averdadera maravilla de puesta en escena de recursos de animación y una trama magnífica, intensa y muy comprometida. Me maravillé al instante. Después seguí viendo algunas de sus películas de Ghibli (la maravillosa El viaje de Chihiro, Porco Rosso, El castillo ambulante...) como externas (Lupin III: el castillo de Cagliostro). Pero realmente todo se remonta a la infancia, como todo buen chaval de mi generación, que recordaremos aquella serie tan fantástica de un futuro muy lejano, que ya no se ve tan lejano, de Mirai Shônen Conan (Conan, el niño del futuro). Una verdadera puesta en escena de la incipiente genialidad y compromiso de este hombre que nos ha legado un verdadero espíritu crítico, posiblemente de los más rotundos que se encuentren en el mundillo de manganime.

Contactos posteriores me topé cuando visité París, en una de las exposiciones que más me han gustado de cuantas he visitado, una especialmente dedicada a dos auténticos genios del cómic internacional que, como mencionaré después, guardan mucha relación: Jean Giraud (Moebius) y el propio Miyazaki. Y más recientemente, he visto su corto musical At your mark (muy en su línea, magnífico) y el capítulo 155 de la segunda temporada de la animación de la obra de Monkey Punch Lupin III, titulado Farewell, dear Lupin. Todo ello, por supuesto, enromemente recomendable si se tiene la oportunidad de disfrutarlo.

Entrando ya un poco en boga del asunto, nos metemos de lleno en esta épica historia. Primero hablaré de la película de animación, la que dio lugar al nacimiento del estudio Ghibli, y posteriormente hablaré del manga, advirtiendo, claro está, de que habrá spoilers a porrillo. La película, estrenada en 1984, nos cuenta una historia más edulcorada que la originalmente concebida en el manga, con ciertas semejanzas pero a la vez con importantes diferencias que cuando revise ambos argumentos ya puntualizaré. El contexto es un mundo que, hace siglos, sufrió la devastación por una serie de grandes máquinas de guerra de una civilización anterior muy avanzada tecnológicamente que supuso la destrucción de la misma a cabusa de ello. Como el mundo quedó muy contaminado, comenzaron a aparecer grandes formaciones boscosas y nuevos animales como grandes insectos que mantenían al margen a los humanos por ser altamente tóxicas, las llamadas zonas contaminadas. Nausicaä es una chica que vive en el Valle del Viento, hija del rey Jiru, muy querida por su pueblo. Un día llega una nave del reino de Tormekia que choca contra el valle y en él se encuentra una princesa del reino de Pejite, que muere en el incidente, y una gran bola de carne en la cual se encuentra un dios de la guerra, de los que destruyó hacía siglos la civilización anterior. Así, al día siguiente llega un ejército de Tormekia que se hace con la plaza y se llevan a Nausicaä. Pero durante su traslado, las naves de Tormekia caen en una emboscada del príncipe Asbel de Pejite, que derriba sus naves, haciendo caer a Nausicaä y sus acompañantes a la zona contaminada, donde tendrá una gran revelación: los oms, unos grandes insectos cubiertos de un durísimo caparazón, se arremolinan para atacar a los humanos. Su misión a partir de ahora consistirá en mediar entre los humanos, testarudos y caprichosos, y los seres del bosque contaminado que quieren acabar con los humanos. Mucho simbolismo, buenos muy buenos, malos muy malos... Y final feliz.

El manga (publicado entre 1982 y 1994) es algo mucho, pero que mucho más elaborado que la ya de por sí fantástica película (que, todo sea dicho, resumir en dos horas todo lo que hay en el manga, la verdad es que sería tela de complicado). Formalmente tiene un estilo más europeo que japonés en cuanto a su estilo de dibujo, cargado de fuertes líneas de tinta que recuerdan más a autores de los ochenta europeos como Richard Corben o Jean Giraud/Moebius, aunque con una disposición de páginas muy serena, equilibrada y poco innovadora. En la misma situación de antes, pero con fuertes variaciones de guión y trasfondo de personajes, además de añadirle el factor de una segunda facción en discordia, el imperio de Durku, contra la que se enfrenta Tormekia, le dan una mayor versatilidad a la historia. Así, nos metemos de lleno en un conflicto más global, no a escala local como en la película, una guerra entre dos imperios cuyos intereses consisten en tener el control de todo el territorio, haciendo todo lo factible y jugando todas las cartas posibles para ello, en una guerra desoladora en la que todo vale, desgraciadamente para todos ellos. Así, Nausicaä entra de lleno en el conflicto con un papel relevante, pero más que nada, en segundo plano de su verdadera misión, una inverstigación sobre la zona contaminada y como mediadora entre los seres humanos y la naturaleza, y entre los primeros en sí. De animación, para ser de la época que es, está muy avanzada y muy cuidada, suavemente llevada, de un ritmo elegante y preciosista, es además acompañada por una maravillosa y acertada banda sonora compuesta por Joe Hisaishi.

Como ya he mencionado, la película es una versión edulcorada, bastante, de lo que es el manga, con escenas realmente despiadadas y muy crudas. Argumentalmente, aparte de centrarse mucho más en el conflicto bélico entre las dos potencias de Durku y Tormekia, nos introduce mucho más en los personajes secundarios, los cuales, en algunas ocasiones, quedan completamente transformados y ecplipsados en la película. Y en el trasfondo general de la obra, mucho más. La guerra intestina que se manifiesta y todo el constructo ideológico que se aprecia en Durku son sin duda dos de los aspectos más logrados dentro de los elementos a destacar de la obra. Y la aportación de todos esos elementos míticos del Daikaisho, los distintos credos y la visión mística de la civilización anterior le dan además un cierto interés antropológico. Pero sin duda, su plato fuerte es la violenta crítica a la acción del hombre sobre el medio, como efecto subsidiario del conflicto y como consecuencia general de sus acciones, destinadas a la autoextinción por tener una gestión muy inadecuada de todo el panorama a escala global.

Resumiendo, nos encontramos con una fuerte crítica a la guerra, al machismo de una cerrada sociedad falocrática con el rol de unas mujeres que llevan la batuta en el desarrollo de esta obra (y en general, de la mayoría de las de Miyazaki) y un alto componente de compromiso con el medio ambiente. Así pues, referido al alcance nocivo tanto a escala global como local, da un ejemplo de la crudeza de los enfrentamientos entre dos naciones, casi como una guerra mundial, con todo tipo de daños colaterales y de desarrollo de elementos muy nocivos tanto para las personas como para su medio. Y aun así, implica que el avance tecnológico y esa idea tan valorada que tenemos del progreso, si se lleva por donde se lleva, da de todo menos buenas sensaciones y, lo que es peor, buenos resultados. También es interesante, en su desenlace prácticamente, ver cómo los elementos de dualidad y las paradojas de las que se componen la vida se manifiestan claramente en muchos de sus aspectos. La existencia de la zona contaminada como el elemento purificador de la tierra que los seres humanos envenenaron pero que a la vez los intoxica y les obliga a mantenerse al margen de ellos nos expone que la naturaleza es sabia y sabe enmendar sus errores, y no se obceca ciegamente en mantener sus intereses. Es una tendencia al equilibrio natural de la que los hombres se pueden aprovechar y que sin lugar a dudas podría utilizarse en beneficio de todos y no como otro recurso más para fomentar desigualdades y favorecer a una minoría que se ha hecho con el control de los mismos.

En definitiva, tanto la película como el manga son sin duda dos obras maestras dentro de sus respectivos géneros. Pocos, poquísimos pueden conseguir transmitir todo lo que se transmite de una tacada en apenas sesenta capítulos luego condensados en dos horas de película que no alcanzan a ofrecer todo lo que ofrece en papel pero que aun así aporta mucho, muchísimo de lo que en el otro formato se ofrece. Comparativamente, me gustaría destacar una diferencia que creo muy, pero que muy fuerte entre película y manga que me reventó bastante a la hora de ver el film, y es el papel de la princesa de Tormekia, Kushana, que en el manga es sin duda uno de los mejores roles femeninos elaborados en este género por todo lo que simboliza y por ese trasfondo tan macabro a la vez que demostración de auténtica fortaleza. Me dejó bastante patidifuso a la hora de ver la película, pero bueno. En kíneas generales, debo decir que sin duda ésta es una de las obras cumbres e imprescindibles que todo aquel que se llame aficionado al género (o al menos, buen aficionado y con un interés importante por lo que son los grandes episodios de la misma) lo vea, pero sobre todo, que lo disfrute, que se emocione y que se maraville con uno de los mejores mangas, y por extensión merecida, comics que se han hecho hasta el momento. Sin desmerecer nunca a la película, que también aporta su granito de arena.

Pues esto es todo. La verdad es que me ha sorprendido mucho, más de lo que esperaba. Así que si tenéis oportunidad, pedidme el manga porque es algo difícil de equiparar con cualquier otro. Aunque claro, todo dependa de gustos, pero creo que por todo lo que es, cómo se narra y todo lo que significa, debe tenerse por encima de todo ello. Una aventura postapocalíptica épica, emocionante y sin duda, muy comprometida. Sin duda representa muchos de los valores que estamos perdiendo a marchas forzadas por la coyuntura que vivimos en este mundo que cada vez se sustenta más en su propia irracionalidad, y es aunque sea un ejemplo futurible que nos debería hacer reflexionar. En fin, nos leeremos en próximas entradas. Que os vaya bien a todos/as.

viernes, 19 de noviembre de 2010

We're talking about Tolkien

Hola buenas qué tal. Retomo la cosa esta más por vergüenza que por otra cosa. Acumulación de ideas y reseñas que se llama, más bien. Pero ni ganas ni tiempo de ponerme con ello un día. En fin, hoy nos toca hablar de un montón de terminología que he ido aprendiendo desde que me dio por juntarme con la gente de la STE (Sociedad Tolkein Española), concretamente en la smial (o sea, la reunión) de Granada, llamada Minas Tirith (por razones más que evidentes, o si no os suena, iros a Jesús del Valle, subid el monte y vislumbrad la imagen del Albaicín al atardecer) cuyo blog tengo en el apartado de enlaces/blogs de interés personal (el de gondorianos) donde se recopilan las actividades y talleres que se realizan en las actividades de dicha smial.

Pues desde una vertiente bastante variada, se aborda una visión de estudio de lo que viene a ser la obra de Tolkien y sus inspiraciones e influencias, entre otros aportes más lúdicos. En definitiva, dedicación al análisis de todo lo que está relacionado con Tolkein y su mundo elaborado, desde lo más profundo de su filosofía hasta el más simple de los juegos, pasando por actividades de senderismo en la montaña y lecturas de todo tipo. Y precisamente de lo primero que he comentado será en lo que me centraré. Tenemos la verdadera suerte de convivir con Eduardo Segura, un verdadero especialista en la figura del profesor de Oxford, que dedica su trabajo al análisis de la obra y vida dde Tolkien desde una perspectiva literaria, filosófica y biográfica (es autor, entre otros, de El mago de las palabras, biografía del susoc¡dicho que amablemente me firmó hace unos meses a pesar de haberlo leído hace unos siete u ocho años durante la ESO).

Así, mi interés por la obra de este sudafricano afincado en la Gran Bretaña aumentó, hasta tal punto de ponerme a hacer algo que ya había descartado por esa horrible vertiente neopositiva que inundaba mi mente hace escasos años, leerme su obra magna: El señor de los anillos. El redescubrimiento de esta obra es sin duda uno de los acontecimientos más interesantes de mi vida reciente (a pesar de que ahora lo tengo bastante estancado por razones de fuerza mayor y no tan mayor). Pero gracias a ello tengo una nueva fe en lo que es leer algo más aparte del género ensayo. Según Tolkien, esta obra es la traducción de unos textos anglosajones escritos por el cronista Aelfwine (en anglosajón, "el amigo de los elfos") que narraba la historia de unos tiempos anteriores en los que se desarrolló un curioso proceso histórico (por utilizar una terminología técnica de mi deformación profesional y seguramente bastante poco acertada) que dio lugar a la narración que aquí se nos presenta.

Visto de esta manera, abordaremos a partir de aquí todo eso que me llamó poderosamente la atención, como el concepto de subreación, de fe secundaria y otros cuantos más. Basándonos en unos importantes principios teóricos referidos a la literatura y la filosofía principalmente, tenemos que tener presente siempre que lo más destacado es el mantenimiento siempre de una coherencia interna entre todos los elementos que componen la obra mítica de Tolkien. El desarrollo de una historia y una crónica de esa historia fundamentada en los idiomas que iba inventando no ofrece más que un destacado ejemplo de cuán genial llegaba a ser este hombre. La base fundamental de toda su obra es mantener esa interconexión toponímica y filológica, sobre todo de nombres. Así, el elemento fundamental que debe dar consistencia a la obra es el de creerse su propia invención para que todo encaje como si se tratase de un pentominó. De esto pasamos al concepto de subcreación, de vital importancia. Pasado por un filtro cristiano, la subcreación consiste en un nivel inferior de creación, no material, que el hombre puede crear a imitación de Dios a través de la palabra. Así, no puede modificar la realidad según su voluntad (no al menos sin una aplicación técnica), por lo que este nivel inferior de creación coherente se manifiesta por la narración, o más concretamente, por el uso de la palabra (ya que el nivel de verdadera creación sólo lo posee la divinidad, en este caso, Dios). Así, se sale de lo empírico, de esa contaminación que desde mediados de la modernidad se tiene del mundo sensible, yéndose un paso más allá (con una excusa bastante platónica, todo sea dicho de paso). Así, la imaginación, la mente, es el motor de esta nueva realidad. Y la aceptación de dicha realidad, que mientras estés absorto en ella lo es, viene a ser lo que se conoce como fe secundaria. La creencia de que lo que se lee es real al estar absorto en la lectura, creyendo pertenecer a esa realidad que genera la lectura y la imaginación es lo que termina de dar coherencia al asunto, ya que si tienen elementos que encajan de nuevo genera una validez que traslada a un mundo que puede llegar a ser tan válido como el real, proque tiene su explicación lógica (dentro de nuestros parámetros de la lógica, claro está).

Esta entrada al idealismo está mejor estudiada en la obra de otros autores e incluso en algunos artículos de crítica literaria y filológica de Tolkien (recordemos que Tolkien era filólogo, profesor de anglosajón en Oxford y de lenguas nórdicas en Leeds). Así, a pesar de estar en contra de la mitlogía comparada de Max Miller o de tomar prestados términos técnicos de W. Morris y George McDonald, cuya influencia fue decisiva, se crea una poesía, un mito que, al ser una concepción idealizada de la imagen real, se consigue que sea más cercano al concepto que la propia realidad. Por eso, según estos preceptos, Pegaso es más real que un caballo del campo, pues cumple los requisitos y el precepto de la "caballidad", utilizando el mismo ejemplo de Eduardo Segura. Así, el mito pervive como la imagen que se tiene de la realidad, consiguiendo una coherencia general entre ideas que forman una nueva realidad. Y esto hacía funcionar las mentalidades de antaño (espero que todo esto algún día me sirva para hacer algún ensayo de la categoría de Los reyes taumatúrgicos, pero no creo).

En fin, y esto es todo por mi parte por hoy. Debo reconocer que muchas cosa debo de haberlas explicado con pinzas o directamente mal, así que perdonen las molestias y sobre todo mi incompetencia, pero pretendía dar una visión muy general, dejar un par de ideas explicadas y aportar ese horrible filtro que es mi opinión (cosa que, sinceramente, no puedo evitar, simplemente porque sería ir en contra de la propia naturaleza humana, y eso todavía no he aprendido a hacerlo). No sin antes, agradecer generosamente a toda esta gente, amigos y conocidos vinculados al mundo de Tolkien que he hecho más o menos a partir de marzo de este año, que han contribuido a aumentar mi interés por la obra de Tolkien y a profundizar y conocer muchos otros aspectos teóricos y filantrópicos vinculados a su estudio y disfrute. Así que sin más dilación, me despido y hasta la próxima entrada, que espero que no se haga tanto de rogar (que aún me queda pendiente alguna reseña de película). Nos leemos.

domingo, 24 de octubre de 2010

One Piece 10th Movie: Strong World


Pues anoche me dio por fin por echarle un ojo a esa tan alabada película de uno de mis shônen favorito y que llevo siguiendo desde hace siete años: One Piece. Reconozco que debo de llevar como casi cuatro años sin haber visto algo animado de esta serie, y menos tan reciente y tras haber dejado tan adelantado (lo máximo que me ha dejado la edición española de Planeta) el manga.

Del sector comercialoide de Toei (o sea, no debía esperarme algo al estilo de Mamoru Hoshoda en las películas de Digimon y Superflat Monogram o de Kenji Nakamura en Mononoke o Trapeze), esta película acaba dejándonos una animación bastante normalita para haber sido tamaña "superproducción", de casi dos horas, que nos deja una aventura de relleno de los entrañables personajes creados por Eiichiro Oda. El pirata Shiki, conocido como el León Dorado (un superviviente de la época de Gold Roger) se ha dedicado los últimos veinte años a experimentar en sus islas flotantes con animales. Topándose con la banda del sombrero de paja en mitad de una tormenta que le fue advertida por Nami, decide secuestrarla para que pase a formar parte de su tripulación, desencadenando la correspondiente reacción de rescate de sus colegas/nakamas, con lo típico en el desarrollo de la serie.

En definitiva, una película currada en algunos aspectos (sobre todo en algunas escenas en 3D, pero se gasta bastante QUALITY), con guión original de Oda (bastante random, pero es que el shônen no da para más) y... Bueno, si eres fan de la serie la aguantas bastante bien. A modo de curiosidades ya, no recordaba que Zoro compartía seiyuu con Hijikata (el de Gintama) o por ejemplo, me ha resultado bastante acertado oír a Franky con la misma voz de Dark Schneider o Judeau Ashta (le pega, es voz de macarrón). Y muy simpática la de Brook. La verdad es que lo que más se disfruta sin duda de esta película es el despliegue de bichos y personajes tan característicos del autor. Según reconoce, le encanta dibujar animales, y en esta película no fue una excepción, dándoles además un papel destacado y predominante a unas criaturas que, con cierto precedente (o al menos yo lo veo así) en Akira Toriyama, fomentan la definición del estilo de este mangaka. Aparte, su manera de crear antagonistas tan curiosos y divertidos lo hace sin duda absolutamente genial (Bon Clay... ;__;). En fin, al menos desde mi percepción. Y es que para mí, éste es sin duda el discípulo aventajado de Nobuhiro Watsuki. La verdad es que me resultaría curioso que, viendo su estilo, todavía Masaaki Yuasa no haya confiado en él para el diseño de personajes de alguna de sus creaciones. En fin, reconozco que me gustaría verlo, pero creo que sería bastante irracional.

Ah, y que no se me olvide: además de la peli, hay también una especie de spin off de la misma en la que te cuenta la relación de Shiki con Gold Roger y cómo llegó a donde está. Tampoco está mal, es más completista, pero aporta alguna cosa al universo de la serie. Así que, con esto y un bizcocho, hasta la próxima reseña de algo. ¡Nos leemos!

martes, 19 de octubre de 2010

Anime Fall 2010


Bueno, pues ya, tras tres semanas de emisión, tocaba ir dando las primeras impresiones de otra nueva temporada de sidosas series japonesas que adoran esos gordos malolientes treintañeros casados con una almohada enfundada en su personaje femenino favorito. Y cuatro inadaptados a la realidad global de por aquí. Pero en fin, es divertido perder el tiempo a principio de curso, y como cada año y tras sudar olímpicamente de la entrada referida a la temporada de verano (en la que tampoco nos perdimos nada destacable), pues repasemos lo que va de ésta:

Star Driver: ¡Bones plagiando Code Geass! ¡El mundo se ha vuelto loco! La cosa esta va de un chaval que llega a una isla llena de pavisosas salidorras que llevan una megaorganización de la muerte oculta tras la fachada de un instituto cuyos uniformes llevan corbatas que parecen pollas. Y nuestro prota es un GINGA BISHÔNEN (o como han traducido los de IS, un "guaperas galáctico") que se dedica a frustrar los planes de sus malvados compañeros de instituto combatiendo con mechas flaman sacados de un carnaval veneciano del siglo XVIII, con muchos arco iris y muchas mariconadas superfashion. Si no fuera porque es de Bones, habría pasado de ella. Eso sí, la peleílla de robots del capítulo tres con estética a lo Imaishi ha molado. Aunque personalmente, Heroman me estaba gustando más.

Iron Man: otra adaptación de un clásico de Marvel. Esta vez, Madhouse mete mano con una animación decentilla pero con demasiado 3D y una trama bastante pava (y unos diseños de personaje bastante repelentes). Lo más destacable es que Tony Stark está doblado por Keiji Fujiwara (yay!). Por lo demás, shitsuxhard.

Panty & Stocking with Garterbelt: Gainax se ha superado a sí mismo imitando el estudio cartoonnetworkesco de Genndy Tartakovsky (creador de, entre otros, El laboraorio de Dexter y Samurai Jack). La cosa va de dos angelotes, una pija muy puta y una gothlolita aficionada a los dulces que se dedican a combatir a fantasmas. Tienen sus rifirrafes internos, pasan muchas cosas escatológicas y LOLGAINAX. En el fondo mola, pero hay que darle una oportunidad y ser algo de tard de este estudio de animación (del que por cierto, van combinándose sus distintos staffs paracada minicapítulo de la serie, con eróticos resultados).

Kuragehime: curioso josei ha cogido esta vez el estudio Brain's Base para adaptar. Una friki de las medusas que vive con una panda de solteronas nerds de las cosas más rancias (una de las muñecas de porcelana japonesas, otra de los trenes, otra de los hombres mayores, y otra del Romance de los Tres Reinos). El caso es que por vicisitudes de la vida acaba colando en ese recinto de pureza y castidad (las tías además padecen una misoginia importante, por no decir directamente sociopatía) a un travelo. Ahí se acaba el capítulo uno y ED de Sambomaster (¡dato muy importante!). Tocará ver qué pasa a continuación, más que nada por idolatría hacia este estudio.

Bakuman: Takeshi Obata a los lápices y Tsutsumi Ohgi al guión, ambos a la carga de nuevo. Esta vez, una historia de amor de fondo en una serie sobre "cómo hacer un manga y publicarlo en el mundo editorial". La verdad es que pinta estupenda, pasando un poco de la tirria que le acabé pillando a la anterior colaboración de estos autores (Dessu Notto). A pesar de que pierde algo de factor reactionface con respecto al manga por lo que se ve, está bastante bien, aunque se nota que JC Staff lleva otras tres series esta temporada. A modo de información adicional, Norma empezará a publicar el manga este Salón de Barcelona. Compra bastante recomendada, desde luego, si esta adaptación es fiel.

Togainu no Chi: una mariconada monumental de bishônens que se pelean en una ciudad devastada. Botada al primer capítulo por náuseas provocadas a altas horas de la madrugada. Y a Sugita Tomokazu no se le deberían dejar papeles tan sumamente homosexuales.

Soredemo Machi wa Mawatteiru: Shaft desilusionando... ¡¿Cómo es esto posible?! De base, cogemos una serie sin gracia, la hacemos en plan "no tenemos un duro" y encima... Chiaki Omigawa de seiyuu protagonista. Bastante "pfffff" (a pesar del OP de Maaya Sakamoto, lo mejor sin duda en estos dos primeros capítulos... pero "Ukiuki~!").

Shinryaku! Ika Musume: la invasión de la niña calamar... ಠ_ಠ Lo que no haga moe Japón... Bastante repelente a primera vista, y supongo que a segunda, y a tercera... Vamos, que es como Working!! pero con menos gracia aún. Serie demasiado veraniega además para esta época en que empieza el curso y nos recuerda que tenemos que empezar a ir a clase. No thnx.

Arakawa under the Bridge x Bridge: pura esencia Shaft, con serie rara y rancia de base, escenas ralentizadas y muy estáticas, referencias a porrillo... Vamos, todo lo que no han puesto en Soredemo (de la cual podrían haber hecho como otra Natsu no Arashi!, pero no han querido por ahora). Y lo más importante: repertorio de doblaje COJONUDO (así, con mayúscula). Aunque siguiendo la línea de la primera, un tanto cargante (se repite ya mucho Hiroshi Kamiya).

The World God Only Knows: un viciado a los juegos de citas hace un pacto con un demonio para erradicar espíritus prófugos de chavalas ligándoselas para darles un beso y librarles del pérfido espíritu. De base, parece una tontería, ahora, la serie está requetemaja. Buen trabajo de Manglobe, que le ha dado un toque de calidad bastante decente. Además, versión de AU disponible.

Otome Youkai Zakuro: reconozco que, desde que me enamoré de Natsume Yuujinchou, este asunto de los espíritus japoneses me gusta mucho. Y si lo ambientas en pleno final del diecinueve japo, pues mejor. Serie recreacionista de folklore tradicional enfrentado a la incipiente occidentalización a modo de shojazo de JC Staff. Vamos, que me lo trago sí o sí.

Yosuga no Sora: harem random que en principio no llama la atención pero HOLY SHIT QUÉ TETACAS SE GASTA ESA TÍA. Para las noches solitarias. Ah, y OP de eufonius (como dice LoTuS, efecto ALI Project con este grupo también).

To Aru Majutsu no Index II: qué decir. La primera molaba un taco, y después de ese aborto que fue To Aru Kagaku no Railgun, la verdad es que se agradece bastante volver a ver a Touma como personaje protagonista en acción. A ver qué sucede.

Mi hermana pequeña no puede ser así de mona: vale, reconozco que el título tira para atrás mucho. Muchísimo. Es más, es hasta ranciamente depravado. Pero por ahora la serie se gasta una animación cojonuda y la trama es hasta simpática. Típica niña diez, que es la hostia en el cole y en los deportes, es preciosa y además trabaja como modelo. Pero tiene un oscuro secreto que su hermano pasota descubre... y es que le gusta el anime de mahou shojo y los eroges. En fin, no quiere que nadie se entere y su hermanito tiene que guardarle el secreto y ayudarle a hacer amigas frikonas. Está muy, pero que muy simpática. AU e IS parece que la van a sacar en colaboración (por lo que leí en el blog de mrm).

MM!: creo que esta serie la he visto la temporada pasada, y la anterior, y en todas las temporadas desde hace algunos años. Es más, en algunos años hasta la he visto por duplicado o hasta por triplicado. Jun Fukuyama es un chaval de instituto sadomaso que se encuentra con una enana chillona y una tetotona androfóbica que pega leches. Señores guionistas (sobre todo ustedes, los de Xebec) cómprense un poco de originalidad, por favor. Vuelvan a hacernos una como Fafner, por piedad.

Fortune Arterial: otra adaptación de eroge, con vampiros parece ser, que cumple incluso más canónicamente los preceptos de eroge típico, rozando el canon de lo random. Casi que pasando directamente.

Super Robot Wars: the Original Generation - The Inspector: basado en un juego de peleas entre robots gigantes con tías tetonas y chillones muy masculinos gritando como cabrones dentro de ellos, hasta que lol cosas pasan. A ver en qué degeneran los siguientes, que pinta... no lo sé, pero no creo que sea agradable. Also, JAM Project en el OP :3~~

En definitiva: no esperéis nada por parte de los divertidos porque seguimos necesitando encoders (¿quién se apunta?), IS sacará si no la mitad, más de la mitad y merece la pena ver las releases de gg nada más por leer los comentarios que suelen de jar de título en los chapters. Nothing more to say. Nos leemos.

martes, 5 de octubre de 2010

K-ON!!: ¿moeblob o una esmerada visión de la realidad cotidiana estudiantil?

Hala, por toda la puta cara.

Hace unos años salí del instituto medianamente (que no mediocremente) formado para enfrentarme a la realidad cotidiana de la universidad. Era un bastísimo mundo del cual el salto cualitativo me pilló desprevenido y aún ando remendando errores del primer año sin mucho éxito por razones varias, desde mi propia inoperancia e incompetencia hasta escollos de lo más variados que se cruzan en mi camino o bien me cruzan los cables para indagar en la acción de los dos primeros factores mencionados. Por esa misma regla de tres sigo viendo anime, aun a riesgo de que cada temporada sigo más series que empiezo y dejo estancadas y ahí andan ocupando disco duro, asumiendo el importante coste de opotunidad se genera en el mismo.

Digamos que esto que acabamos de ver, de manera convergente, da resultado de una serie animada adaptada de un yonkoma en una revista japonesa cualquiera que va de unas niñas de instituto pijo femenino que están en el club de música ligera (en japo, "keion"). La serie no va de nada, simplemente, cosas pasan. En su momento, me quejé fervientemente cual paladín de una causa "objetiva y verdadera" de la horripilidad de la primera parte de esta serie (que en cierto sentido, sigue pareciéndome repulsiva, y más aún tras ver la segunda temporada, pero por razones absolutamente distintas a las que se pueden llegar a imaginar en estge punto). Si bien es cierto que el seudobucle de dos arcos de seis capítulos de la primera temporada no ofreció nada nuevo ni agradable, Kyoto Animation han vuelto a demostrar que son unos verdaderos trolls en el mundillo. Ni Hideki Anno ni Kentaro Miura ni hostias en vinagre: estas crías, y las crías en sí.

Me explico: la serie es un evidente, pero evidentísimo reflejo de la despreocupación humana del ciudadano medio en su época formativa. Nos muestra un claro ejemplo de aburguesamiento explícito: niñas que van a un colegio pijo y que se dedican a perder el tiempo vegetando y macerando situaciones cotidianas estúpidas que cualquier mortal hace cuando comparte un rato con sus amigos. Y quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Bien es cierto que no vamos a ponernos a decir que tenga un mensaje de ayuda a los necesitados o de apoyo a causas contra el cambio climático o las injusticias del mundo; pero es que más bien refleja una vertiente contraria que incita a la despreocupación, a la buena vida y a tomarse las cosas con una filosofía bastante pasota ante la situación coyuntural actual. En fin, alarmismos aparte, esto no viene más que a ser una reafirmación del sistema no a partir de un estabilishment, sino más bien un elemento de ocio dirigido a un público concreto que disfrute y se despreocupe durante veinte minutos semanales de lo solitaria y triste que es su vida.

Pasamos página. Bien, no es una obra a la que se pueda sacar un verdadero sentido existencialista como podamos encontrar en alguna de las obras de Osamu Tezuka, pero lo que sí que genera es, al menos en mí, una sensación de nostalgia que me corroe. Y eso ya sí que nos vamos a enfocar en un aspecto concreto: y es la vida de estudiante de instituto. Ya me jacté en ToraDora! de ello en su lado más crudo, pero es que aquí te venden el contrario de una manera más evidente. Y eso me ha tocado. Es más, me ha afectado de una manera distinta a como me afectó con la anterior.

Uno echa la vista atrás y se ve aún siendo un pardillo con ansias de conocimiento práctico, expectante a aprender o entender la realidad desde una perspectiva materialista, fundada en los conceptos que hoy cuestiono tanto de "bondad", "justicia" o "lo adecuado". En fin, era un pobre infeliz que no se esperaría todos esos batacazos teóricos que ahora corroen mi mente cada vez que voy a jiñar. Precisamente el ver cómo me juntaba en los recreos con los más variados personajes de mi instituto, disfrutaba de su compañía y hacía todas esas cosas, a la gente que antes veías todos los días y que ahora seguramente ni recuerde sus apellidos... (sus nombres en mayoría sí, mi mala memoria es mala memoria relativa). En fin, es lo que me ha transimitido en su recta final esta serie: un recuerdo algo lejano ya de buen humor, esperanza en el futuro, incredulidad e inocencia... Algo que todos antes de meternos en la cruda realidad experimentamos en el día a día en comunidad, con un compadrazgo total (al menos en mi caso) y una serie de inquietudes ante los nuevos retos que se presentan, tanto a diario como a la larga.

Me doy cuenta de que ya he empezado el último año de la carrera de Historia y ando más perdido que un bastardo en el día del padre. Las alternativos de futuro se van limitando mientras el paso del tiempo, inflexible e indomable, continúa avanzando a su ritmo, ni lento ni rápido, sin prisa pero sin pausa. Barajadas todas las opciones, uno echa la vista atrás y se plantea si tomó la decisión correcta, echando de menos esos días agradables y joviales. Además, el madurar como persona, experimentar otras sensaciones y deslizarte por nuevos ámbitos epistemológicos te hace desarrollar unas facultades que antes no tenías que te hacen darte cuenta de algo que bien puedes echar de menos o bien simplemente puedes ensalzar como "aquellos gloriosos días pasados", cuando puede que en realidad no lo fueran tanto.

Esa manera de forzar los sentimientos y de sacarlos a relucir y transmitir esas sensaciones que habías olvidado pero que afloran de nuevo es lo que, al menos en su última mitad, me ha transmitido esta serie. Ver cómo se desarrolla un año académico en 26 capítulos da para mucho más que dos en 14 (y 15 si contamos el OVA). Esa manera retorcida de hacerte recordar las sensaciones que tenías al graduarte (en mi caso, "gloriosamente") en el instituto es algo que no podré dejar de agradecer a estas niñas, a las que en principio detestaba y al final te acaban cayendo simpáticas, compartiendo sensaciones que ya compartí hace tiempo. Ahora no sé si las echaré de menos, supongo que sí, te acabas encariñando con ellas y sus vivencias, que te recuerdan sí o sí a las tuyas, en esos tiempos en lo que todo pintaba más de color de rosa. Me estoy haciendo mayor y cada día la decadente cultura antieuropea que genera la mentalidad postmoderna europea (más decadente aún si cabe) me obliga a ver las cosas con otros ojos y con muchos ojos distintos. Pero mi corazoncito, ése que guardo en una prisión de hielo pase lo que pase, aún aspira a florecer y a recordarme que yo en mis tiempos también fui un ceporro que se restregaba por las mesas esperando ventilarse la merienda en el recreo. Ahora prefiero ahogarme en una pinta de Guiness mientras elucubro sobre el nacimiento oriental de esa misma cultura decadente que practico intensiva y demagógicamente.

En fin, me tocará esperar a la película, pero no creo que me llegue a tocar ya tanto la fibra sensible como esto. Le he acabdo cascando un 8 en MAL, quizás debería empezar a plantearme comprarme un criterio nuevo (así le casqué la misma nota a Gundam ZZ). O solidificar de nuevo mi mente en una cerrazón neopositiva que me haga creer que los dogmas empíricos existen. ¿Debería agradecerle al relativismo todo esto? Todo depende de cómo se mire... Pues nada, os recomiendo esta segunda entrega (que, repito, no la primera, salvo el episodio extra), está simpática y se deja ver alegremente, pues resulta hasta divertida. Alejándonos de su idealización seguro que a todos los que hayan pasado por algo similar a lo mío caerán en pensamientos y elucubraciones similares. Hasta el próximo tocho infumable sobre algo que no tiene nada que ver con lo que en realidad es (pero Derrida se sentiría orgulloso de mí... o no).

jueves, 16 de septiembre de 2010

200 años del Grito de Dolores

Rara vez me da por hablar del aniversario de algún acontecimiento, pero es que da la casualidad de que este año he estado llevando a cabo unas pesquisas en relación a esto. Resulta que, referente a mis lecturas veraniegas, tal y como comenté, anduve liado con los asuntos de un artículo de investigación que he de realizar a lo largo del curso y empecé con ello este verano. Tal artículo versa sobre movimientos sociales en la época de la independencia de la Nueva España. Así que me puse a leer esa historiografía oficial y tradicional sobre el asunto para ver si me aportaba algo referente a esto. Poca cosa, pues esa historiografía de lo que versa es de un fuerte componente político y económico, siempre presentando a los "héroes nacionales" como tales, hablando del desarrollo militar y político, basado en conjuras, alzamientos y luchas fraticidas entre los partidarios del rey, los partidarios de una buena administración y los partidarios de la independencia de las naciones de nuevo cuño que estaban por aparecer a lo largo de los dos tercios inferiores del continente americano (o sea, Centro/Mesoamérica y Sudamérica).

Una de las figuras más vitoreadas en este respecto sin duda es la del párroco de Dolores de aquel entonces, Miguel Hidalgo y Costilla, un sacerdote criollo ilustrado que fomentaba la culturización del indio (curioso fue leer en una obra de Halperin Donghi sobre cómo llevaba a cabo representaciones de obras de Moliére en nahua con los indios como protagonistas). Además, estuvo vinculado a una serie de sublevaciones y alzamientos que fueron rápidamente sofocados por la oficialidad ante la permisividad del virrey Iturrigaray, el cual fue depuesto por los realistas debido a su trato favorable a la autonomía del virreinato de Nueva España. Así, llegó al poder el virrey Apodaca, un realista que no permitía a los criollos apoderados influir en el devenir político a pesar del apoyo que se llevaba a cabo desde la península por la Junta Central y sus recién inauguradas Cortes. Viendo que nada más a través de las armas podría llevarse a cabo dicho lñevantamiento, el 16 de septiembre de 1810, a "grito pelao" en el mercado de su comunidad, el párroco fomentó la rebelión contra las instituciones peninsulares alabando la figura del Rey y de la Virgen de Guadalupe. Logró adherirse unos 20.000 campesinos y mineros en principio, los cuales ascendieron para la toma de Guanajuato y otras plazas simbólicas hasta 80.000, de los cuales la mitad desertaron en la batalla del Cerro de las Cruces, frente a Ciudad de México, replegando ante éste al ejército sublevado, mal armado e indisciplinado a pesar de su exceso de cañones, frente a las tropas oficiales de los generales del virrey. Así, a principios del año siguiente, el cura Hidalgo y algunos de sus lugartenientes fueron apresados en Coahuila y fusilados en Chihuahua, exponiendo sus cabezas como trofeos de guerra en el mismo lugar en que, unos meses antes, habían llevado a cabo una matanza indiscriminada de criollos y peninsulares (unos 300) en la alhóndiga de la ciudad de Guanajuato.

Cabe así empezar a analizar las relaciones políticas, sociales y económicas que a raíz de una crisis de subsistencia, que genera un food riot (como aquí en España el de Esquilache en 1766, bien estudiado por Pierre Vilar en un artículo publicado en la Revista de Occidente, por ejemplo) a grito de "¡Viva el rey y abajo el mal gobierno!", una constante en la sublevación popular de tradición hispánica a partir de la segunda mitad del siglo XVIII especialmente. Así, vemos cómo se trasloca por necesidad a otros lugares, como ya se ejemplificó con otros movimientos, como el de los Misioneros del Socorro en Paraguay o la revuelta de José Gabriel Tupac Amaru en Perú durante la época mencionada. Tras el vacío institucional en que quedó la península, el mito del rey invisible, propagado por México a modo del viaje fantasma del rey a lo largo del país en un carruaje oscuro, fomentó la creencia popular de que no se había abandonado a su suerte a los súbditos. Y vaya cómo nos salió luego al que llamaban "El Deseado"... pero eso es otra historia. Mención especial a la dificultad de la situación política también, con una minoría criolla en la administración local americana (en general), siendo la carrera de los peninsulares en América premiada con acceso al Consejo de Indias, digámoslo así, como un ascenso de categoría en la burocracia del Estado imperial español. Así, los funcionarios de justicia (oidores, alcaldes del crimen y jueces en las audiencias sobre todo) eran principalmente de origen peninsular, fomentando la sublevación de la que, por ejemplo, ahblé antes a pesar de la permisividad que algunos altos cargos de la administración (y en última instancia, hasta el virrey José de Iturrigaray, ya mayorcete) daban con respecto al acceso de los criollos al cargo, cuya venta fue, desde tiempos de los Austrias menores, la manera de acceso más eficaz a las instituciones.

Muchas cosas que me dejo en el tintero y mucha morralla que se habla y se hablará en estos días al respecto, pero de ahí a considerar que Hidalgo pretendía generar una nación independiente... Vale, puede sentarse un precedente, pero este hombre, más que otra cosa, lo que consiguió fue que se le fuera de las manos una masa humana que sólo quería comer (pues las malas cosechas hicieron que el precio del maíz se disparara) y a la que realmente poco le importaba la nación (es más, en la matanza de la alhóndiga de Guanajuato, poco distinguían entre criollos y peninsulares, lo que provocó el miedo de estos sectores y la nula adhesión de los mismos, hasta llevarlos a perseguir este movimiento, fallando uno de los principales objetivos del cura ilustrado). El miedo les hizo perder una oportunidad, y su gran descoordinación e indisciplina otra. En herencia, nos han dejado la imagen romántica de este personaje, al cual he empezado a tener un especial cariño, y del cual parece ser que el mejor retrato realizado hasta ahora es el de Hugh Hamill, elaborado en los años cincuenta del siglo pasado. Extensa bibliografía y ríos de tinta han corrido sobre el tema, desde los más clásicos de la perspectiva liberal del diecinueve de Lucas Alamán hasta la vertiente historiográfica de la "historia desde abajo" del profesor Van Young de la Universidad de San Diego (el cual tiene una monumental obra que debería leer en algún momento). Luego ya, a través de esto, se pueden llegar a entender los fenómenos posteriores que desembocarían en otro episodio, cuyos protagonistas serían el general realista Félix María Calleja (que llegaría a virrey) y el cura mestizo José María Morelos, propulsor de la constitución de Apatzingán de 1814. Pero eso ya será otra historia que comentaremos dentro de unos años, cuando toque, si es que aún profeso cierto amor a esta etapa.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Arsesino: una visión futurible de España


Bueno, va tocando cambiar un poco de aires. Me ha dado por ojear en las estanterías y esta semana me encontré con esto. Me dio por leérmelo tranquilamente y... madre mía, qué cosas tengo por casa. La historia de esto se remonta a la colección de la revista de Ediciones la Cúpula El Víbora que nuestro padre nos ha legado a mi hermano y a mí (una revista de cómic Underground que llevaba publicándose desde los años ochenta). En algunos de los números más recientes (bueno, más cercanos al final de su publicación, que fue allá por 2005), creo que alrededor de 2002 a 2004, había una serie curiosa realizada por un excepcional guionista como es Hernán Migoya e ilustrado por Enric Rebollo. Eran una historia gamberra (como lo que normalmente se dejaba ver, en especial por la última época de la revista) con una curiosa historia, y aprovechando que hace un tiempo me lo encontré en un apartado de cómic de una feria del libro de ocasión, pues me hice con él.

La cosa va sobre que en la España de dentro de un siglo y pico, convertida en superpotencia por haberse convertido África en un continente lleno de petróleo a causa del devenir de la situación actual, y España se aprovecha de eso para alcanzar un gran estatus a nivel global. Pero los políticos, como vienen demostrando, siguen en sus trece y posiblemente vayan a peor. Por eso, viendo que esta grotesca clase está amenazando la estabilidad y el bienestar de la población española, un asesino de tendencias anarquistas y con bastante mala baba llamado Arsenio se encarga de cepillárselos. Y cómo no, su principal objetivo es... el rey. A partir de aquí, suceden una serie de vicisitudes que le ligan con la Casa Real y acaba proclamándose rey, lo que genera a su vez un complot contra su persona por parte de las instituciones, en especial a partir del anuncio de que adhesionará a los EEUU a la nación para convertirla en un estado más de la gran superpotencia, debido a la mala coyuntura económica.

Verdaderamente estamos ante un claro ejemplo de cómo se dan, a travér de los etereotipos, visiones de la vida tanto política como social española. Se juegan con todos ellos alternándolos con el cómic de aventuras y de intrigas sobre todo, aderezados con un contenido violento y sexual considerable a lo largo de la historia, generando un aire de comedia bastante desternillante, pero que a la vez no pierde su enfoque de crítica a todo lo que parodia. Y más si luego vemos las opiniones del dibujante en el apéndice del mismo volumen. Pero en fin, en definitiva es una obra muy entretenida y curiosa, cuanto menos. Es excepcional para conocer bien todos esos tópicos que se explotan sobre la política y sobre la sociedad que se politiza, y hasta en cierto sentido, se prostituye políticamente. Se evidencia la verdadera hipocresía que existe en muchos elementos reivindicativos, a la par que remarca los vicios y las malas intenciones y acciones de los actores sociopolíticos en un contexto de crisis moral de la propia nación, sobre todo por el ejemplo de dirigente, que se dedica a llevar a cabo más aventuras jamesbondianas defendiendo a sus hijos que a su propio país. Merece mucho la pena leerlo y darle vueltas al asunto, aparte de echarse unas buenas risas.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Yokohama Kaidashi Kikou: en un no muy lejano futuro...

Good Night Days~... Ey, espera...

Bueno, pues aprovechando que hoy me he quedado frito en casa, voy a seguir con mis comentarios pendientes de este verano. Ahora le toca el turno a uno de los mangas más hermosos que hay, tanto en planteamiento como a nivel ilustrativo. Estoy hablando de las andanzas de nuestra androide favorita, Alpha, en las tranquilas tierras de un futuro muy futurible en el centro de Japón: Yokohama Kaidashi Kikou (relato de un día de compras en Yokohama, o algo así venía a ser).

Pues la historia va de una robot que frecuenta una cafetería en la costa, la cual tiene escasa clientela normalmente y suele verse con los amigos del pueblo (un chaval del pueblo, el vejete de la gasolinera, algún que otro transehúnte extraviado...). Y poco a poco van apareciendo otros personajes que harán más o menos mella en su vida diaria o bien en la de sus más cercanos conocido, apareciendo relaciones entre los personajes que quedan ahí expuestas. A lo largo de la serie, vemos que poca cosa va pasando, pues realmente, lo que mejor se aprecia es el paso del tiempo, que progresivamente va acelerando conforme la serie avanza.

Lo realmente fascinante de esta pequeña maravilla quizás no sea tanto la sucesión de acontecimientos sino todas esas sensaciones que transmite, aderezadas con un hermoso estilo por parte del autor, Hitoshi Ashinano. La forma en que la tranquilidad y la alegría abruma en la mayoría de los capítulos que se leen contribuye a mantener un aura de bienestar, muy absorbente, en quien puede disfrutar de esta obra. Eso sí, también sabe jugar con los sentimientos: el paso del iempo es implacable y hace mella en todos los personajes a los que acabas por conocer y apreciar, resultándote dolorosas las separaciones y desapariciones de los mismos.

Lo que realmente también ha significado un impacto para mí ha sido sin duda la ambientación. Estamos hablando de que, en un mundo que la tecnología ha permitido crear robots humanoides y grandes máquinas voladoras, vive una progresiva ruralización debido, al menos en el caso japonés que se expone, debido a la crecida de las aguas, el abandono de las grandes ciudades y su posterior cubrimiento por la maleza y otros procesos postdeposicionales (¡quién fuera arqueólogo en ese tiempo!). Lo que se evidencia así es una fuerte crítica respecto a la mentalidad que se tiene sobre el cambio climático, que ni una teconología tan avanzada puede salvar. Estamos ante una fuerte crítica también a ese optimismo teconlógico al que también parece recurrirse muchas veces en la narrativa japonesa, tanto en manga como en animación. Y todo aderezado y fuertemente camuflado con ese aura de quietud y tranquilidad. Así, combina ambos elementos con el paso del tiempo, pues el mar va avanzando, comiendo terreno a la tierra, mientras el clima se vuelve más extremo, con lluvias fuertes y calor muy intenso en verano y un frío invernal que hace que hasta nieve en la costa. Podrían ser fenómenos aislados, pero creo que pueden verse como ejemplos paradigmáticos. Quizás este toque moralista, en cierto sentido, hacia un más que posible futuro en este sentido pueda darnos a ver que deberíamos preocuparnos más por hacia dónde nos estamos dirigiendo, y la verdad es que me parece muy acertado en este respecto. De ahí también contrubuyo a pensar que este manga es algo que debe llegar más allá de la cierta superficialidad que dan los personajes, y meterse más en su entorno, en dónde viven y en qué ha acabado por convertirse el mundo, evidenciado claramente en todos esos viajes que los personajes realizan y en cómo ven que, poco a poco, vamos quedando menos y la naturaleza recupera su papel dominante, a modo de un cíclico castigo. Aun así, no deja de ser ciertamente optimista esta especie de "venganza natural", pero sigue siendo un ejemplo evidente de que hay que cambiar las cosas. O al menos, así lo veo yo.

En otros momentos puede hacerse una interpretación materialista y simbólica: lo que para Alpha significan el café o la cámara, recuerdos evidentes de su dueño. Así, (y ojo a los spoilers) cuando el huracán destroza el porche de su casa o se le pierde la cámara en el acantilado, se trasmite una tristeza y una melancolía que difícilmente te puede transmitir otra cosa, debido a la relación inexistente o ya bien a modo de mero recuerdo de Alpha con su dueño. Así también pasa con su relación con otros personajes, pero creo que no tan intensamente como en estos casos, a los que se dedica un capítulo entero, pero que en conjunto son los elementos que crean la verdadera ambientación de la serie.

Dicho esto, recomendar encarecidamente su lectura, en concreto la versión castellana, magnífica versión castellana que ronda por la red, fruto de la colaboración de tres personajes a los que se echa de menos mucho su trabajo en el mundo de las scanlations en castellano. Desde aquíles agradezco encarecidamente su trabajo y el acercarnos a esta joya. Además, ya un poco de mi parte, recomiendo un poco de música ambiental para su lectura, como por ejemplo podría ser la banda sonora de esa seriecilla dirigida por Osamu Kobayashi y producida por HAL Film Maker un poco desconocida como es Natsu no Sora. Una combinación magnífica. Y bueno, con esto y un bizcocho, hasta la próxima. ¡Nos leemos!

sábado, 4 de septiembre de 2010

Awesome mangakas III: Satoshi Mizukami

Pues nada, un año y pico después de la última entrada que escribí de esta sección, volvemos a la carga con un tipo que ha cogido un manual de "cómo hacer un manga" y lo ha transportado directamente a sus obras. Y lo mejor de todo es que con resultados cojonudos. Con un estilo propio bastante característico, y cada vez más contundente, nos ofrece una disposición de escenas bastante buenas y argumentos topicones, pero dentro del mismo contexto, originales y refrescantes que contribuyen a darle un empujoncito a un género denostado por una mayoría de obras decadentes y que tienden a la repetición y prolongación ad absurdum debido a su alta popularidad y rentabilidad. Así, con obritas cortas y completísimas, nos mete de lleno en absorbentes universos de aventura, combates y camaradería. Así que, después de estos antecedentes, y con todos vosotros, Satoshi Mizukami.

-Psycho Staff: historieta de un solo volumen en la que un chaval resulta tener unos poderes psíquicos especiales que lo hacen objetivo de los intereses de dos facciones alienígenas enfentadas, que pretenden adherirlo a sus filas o bien estudiarle a fondo. Total, cosas pasan: aparece una chavalilla de la primera facción que le dice que se una a su facción, pero el chaval pasa de ella. Termina desarrollando fuertemente sus poderes, y una profesora suya resulta ser de la facción rival, por lo que le ponen a prueba con la amenaza de un meteorito para que acabe con el planeta y lo tiene que detener. Finalmente, pierde sus poderes al cumplir dieciocho años y así poder llevar su vida de forma normal, queriendo acceder a la universidad. Esta historia parece un ensayo o bien un "hermanito" de Hoshi no Samidare, de la que hablaré después.

-Sengoku Youko: un shônen de samuráis y youkais, rápido y efectivo, en el que un chaval que se crió con demonios debido al rechazo de su familia, odia a los humanos y persigue a los que hacen daño a los demonios, que a la par va acompañado por una espíritu kitsune (de zorro) con apariencia de muchacha que le otorga poderes especiales para el combate, haciéndolo mucho más fuerte. Así, se les une un campesino miedoso que pretende ser samurái para vengarse de los espadachines que atemorizan a la gente. Así, se acaban topando con una organización de monjes que se cruzan con demonios para obtener así sus poderes y utilizarlos en su contra. En general, mantiene elementos típicos pero bien desarrollados del género, llegando a hacer una aventura muy interesante y emocionante, con acción a raudales, personajes que acaban cayendo muy bien y sin duda una intensa trama que se disfruta sobre todo. Absolutamente recomendable.

-Hoshi no Samidare (Lucifer and the Biscuit Hammer): con decir que la he metido directamente en mi top 5 creo que lo digo todo. Obra clásica, en el sentido de que podría resultar paradigmática, de cómo hacer un buen shônen. Es sin duda una obra de manual, siguiendo de manera ortodoxa todos y cada uno de los elementos del buen shônen para hacer uno magnífico. La historia gira en torno a un muchacho que un día se encuentra con un lagarto sobre su cama que le dice que ha sido elegido por una princesa para salvar a la Tierra de la destrucción. Así, acaba siendo uno de los doce caballeros bestia que han de enfrentarse al mago para evitar la destrucción del planeta... por obra de un gigantesco martillo galletero que espera en el espacio. Así, conoce a la princesa y al resto de los caballeros mientras luchan contra el mago y sus esbirros, unos poderosos golems a los que deberán vencer con los poderes psíquicos que les otorgan las bestias. Intensísima, emotiva y épica narración de una obra que, sin ser muy larga (ha finalizado recientemente con 65 capítulos y 10 volúmenes) ha conseguido llevar a cabo todos los objetivos que se esperan de un shônen: una historia interesante y envolvente, personajes cañeros y a la vez entrañables a los que tomar un cariño especial, un antagonista maquiavélico y mucha acción, momentos de humor simpático y otros que encogen el corazón. Sin duda, una serie canónica que perfectamente debería ser tenida en cuenta a la hora de aprender en qué consiste el género. Por mi parte, una imprescindible en todos sus sentidos que sin duda hará las delicias de cualquier aficionado al género. Y, cómo no, para terminar, apoyar la moción de que Gainax anime esta serie, pues le pega mucho su estilo y además tiene de por sí ya una estética muy similar a las grandes obras de flipadura de este estudio de animación.

Para terminar, agradecer a unos lectores habituales haberme mostrado (LoTuS) e insistido (Záresh y Djevel) en conocer la última de las tres que menciono y conocer así a un autor al que tendré que seguir la pista de ahora en adelante, a ver si sigue sorprendiéndome como lo ha hecho hasta ahora. Uno de los grandes desconocidos, me atrevería a decir.

martes, 31 de agosto de 2010

Lufia: the Fortress of Darkness

Imagen "tomada prestada" al usuario FFantasy6 de EOL

Pues nada, sigo con las movidas veraniegas. Y esta vez toca una rareza en este blog: los videojuegos (y eso me recuerda la permanentemente eterna reseña de las dos sagas de Black Isle: Baldur's Gate y Icewind Dale, que tantas veces he jugado y acabado y nunca me he propuesto hacer una entrada al respecto). En esta ocasión un RPG clásico de esa maravillosa consola que fue la SNES, Lufia: The Fortress of Darkness.

Un mundo de fantasía medieval está amenazado por cuatro cabrones desalmados llamados los Sinistrals. Así que nuestros héroes de turno, dirigidos por un tal Maxim, les van a dar su merecido. Se la dan (o sea, se la tienes que dar tú) pero al escapar Maxim y su novia la maga se quedan en la isla flotante que cae al océano, pereciendo ambos. Noventa y nueve años después, controlas a un chaval que quiere ser el caballero de una cutre ciudad que descubre que hay un ataque de monstruos en una ciudad vecina, dirigiéndose allá y comenzando su aventura al ver que, precisamente son estos Sinistrals los que andan dando por saco. Pero ¿por qué? Maxim y sus amigos los derrotaron hacía un siglo, pero han vuelto y parecen muy cabreados. Así, la amiga de la infancia de tu protagonista, Lufia, se une a tu búsqueda pateándote un inmenso mundo lleno de encuentros y ciudades, grutas, torres... Progresivamente, se unirán Aguro, el caballero de otra ciudad, y Jerin, una joven semielfa a la que iban a sacrificar a una criatua en un pueblacho por ahí perdido en el mapa.

Es una aventura clásica típica de RPG, entretenida y absorbente, pero con pocos elementos destacables, aun siendo muy entretenido (o más bien, enviciante). Es una cosa absolutamente retro que te abstrae a la infancia, de ahí mis ganas de jugar viendo tanto pixel suelto y los monigotes cabezones con una música en midi y repetitiva de fondo. Aun así, la escasa interacción con el escenario, las pocas opciones de combate y el descontrol de los ataques hacen que el juego desquicie un poco más que de costumbre, aparte de la carencia de un mapa porel que orientarse en un mundo bastante amplio, típico de estos rpgs, que para nada es lineal pues hay que dar bastantes vueltas en las distintas áreas. Aun así, no deja de conservar todo su clasicismo y la estética propia de una época en la que se curraban juegos divertidos, no como ahora, que se hace mucha morralla basada en graficazos pero liquidable en una tarde. Se nota que es de una tradición clásica, ya que jugarlo me ha recordado un taco al Golden Sun de la GBA (aunque sin las psinergías y los djinns, ha perdido un poco sobre todo a la hora de moverse por el escenario) o incluso con elementos finalfantasyeros. Pero vamos, que habiendo cierto mono de un JRPG de la vieja escuela, para nada se desprecia. Al revés, ahora me falta por completar el segundo Lufia, que viene a ser precisamente la aventura de Maxim. Y bueno, mirando por ahí para encontrar imágenes, se me ha antojado jugar (o volver a jugar) un par más de este palo, que están bastante entretenidos, aunque es eso: son de echarles un taco de tiempo.

Lecturas veraniegas II

Como ya hiciera el año pasado, y aun habiendo algo de tiempo para más, me dispongo a realizar un análisis de las diferentes lecturas que he llevado a cabo este verano, tanto libros (monografías de ésas que me gustan sobre todo y alguna novela) como algo de cómic. Omitiré, por razones profesionales, las vinculadas al trabajillo de investigación que ando haciendo, que puede resultar un poco repetitivo, y más viendo que son muchas lecturas temáticas y complejas sobre un tema realmente no muy interesante (y que tienden bastante a visiones clásicas de la historiografía, siendo alguna que otra revulsiva en su época pero no mucho más allá de un corte tradicional referido a la historia política y de los grandes personajes del México colonial del siglo XVIII y su posterior proceso de emancipación en el primer cuarto del siglo XIX.

-La crisis del siglo III: empezamos con la obra del que fuera mi profesor Fernández Ubiña, con un estudio sobre las distintas corrientes historiográficas que se adentraron a investigar e interpretar los fenómenos que dieron lugar al proceso de la crisis del siglo III a través de sus causas, sus hechos y sus consecuencias. Estudio que repasa las vertientes historiográficas, no deja de ser un trabajo erudito en donde se debaten las distintas visiones y análisis de una época, desde las perspectivas más tradicionales hasta estudios de distinta raigambre (desde una óptica liberal a una marxista, junto con estudios del caso hispánico). Realmente, no deja de ser una obra alimentada por su época, a principios de los ochenta, muy en la línea del decadente mundo bipolar, y más conociendo las orientaciones que el autor tiene (cierta ventaja que tiene uno de haber sido su alumno, que no un pupilo o un discípulo, desgraciadamente). Pero eso no quita que sea un estudio muy completo y sobre todo documentado, pues se basa más que en otra cosa en ver cómo han tratado distintos autores a lo largo del tiempo este proceso histórico concreto.

-Análisis de los Estados Unidos: esta apacible obra del filósofo Julián Marías me fue recomendada vía internet. No deja de ser más que una colección de sensaciones que el autor tiene de los estadounidenses, de su idea como nación y de su comportamiento, más como un estudio de sus pensamientos y la ampliación de una obra previa que escribió tiempo atrás. Es, además, un libro de finales de los sesenta, con lo que deja la sensación de conocer más reacciones sobre la época que se avecinaba, en especial tras lo sucedido por la guerra de Vietnam (a la cual recurre, sobre todo a modo de la propia crítica de la sociedad estadounidense, ajeno a cómo se resolverá el conflicto). En definitiva, no deja de ser un poco ver "la cara amable" de la sociedad y la mentalidad estadounidense, cosa que en cierto sentido no ha dejado de resultarme algo atípico, pues normalmente en este tipo de trabajos se suele encontrar una críica bastante más dura a todo lo que en ésta se habla. De ahí su interés y el ofrecimiento de ideas, conceptos e incluso algunos estudios que merecería la pena analizar, tales como la entidad del trabajo, la idea de la "tierra de las oportunidades" y su concepto de pobreza (del cual ya ando pensando en indagar un poquito más), entre otras.

-La revolución historiográfica francesa: en esta obrita del autor inglés Peter Burke nos da un repaso, desde su perspectiva inglesa y su simpático estilo, de la escuela historiográfica francesa por antonomasia del siglo XX: la escuela de Annales. Haciendo un repaso desde sus antecedentes hasta a donde ha llegado en las últimas dos décadas, ofrece una introducción magnífica tanto a la visión historiográfica de esta escuela como a la propia crítica que en su momento suscitó, suscita y se le reprocha a las nuevas modalidades que plantearon sus grandes figuras, tales como Marc Bloch, Lucién Fevbre y Fernand Braudel, entre otros muchos de tercera generación. El estudio de las mentalidades, la geohistoria, la psicohistoria, la historia antropológica y muchas otras introducciones interdisciplinares a raíz del movimiento son analizadas con la característica sorna inglesa del autor, el cual a empezado a caerme simpática cual Carlo Maria Cipolla. Recomendable para tener una idea general de lo que significó esta escuela para la historiografía en general, ameno de leer y muy ilustrativo. Aparte de facilitar una ingente cantidad de estudios y bibliografía en esta línea para leer (y hasta releer).

-La tía Tula: nunca había leído previamente nada de Miguel de Unamuno. Y la verdad, me arrepineto, pues es un personaje de lo más interesante, tanto por su faceta literaria como filosófica, que también plasma en su obra extraensayística. Ligado al regeneracionismo y a la generación del noventa y ocho, de convicciones fuertemente cristianas (también plasmado su pensamiento doctrinal en, por ejemplo, esta obra), al final de su vida se desligó del PSOE para acabar apoyando el levantamiento militar de julio del treinta y seis, que finalmente acabó rechazando (supongo que después de esos coros de "Viva la muerte, abajo la inteligencia"). En fin, dejándome de rollos, la pequeña obra consiste en contarnos la vida de una tal Gertrudis que se dedica a putear a su cuñado, vertiéndonos un curioso estudio sobre castidad y valores de familia bastante exagerados y exasperantes, a través de una perspectiva propia del realismo a que nos tienen acostumbrados los grandes autores peninsulares de esta época. Una lectura interesante más a modo de documento de mentalidades que de otra cosa, reflejándose perfectamente reflexiones del propio autor respecto a temas de matrimonio, influenciados por una fuerte presencia de la religión cristiana católica arraigada en la España profunda.

Y ahora, vamos con un poquito de manga:

-Soul Eater: En general, no deja de ser un shônen típico de aventuras, con mucha pose y personaje estrafalario en un mundo de estética rozando lo timburtonesco. Hasta el capítulo 35-36 no deja de ser el story board del anime de Bones, pero en el que se aprecia la evolución estilística del autor. A destacara algunos de los personajes secundarios (sigo pensando en que Ox-kun merecería un spin off junto con otros tantos personajes de segunda fila en la serie, considerablemente más carismáticos que algunos de los principales) y lo interesante que resulta a partir de donde degenera la animación. Tras casi sesenta capítulos leídos, hay que destacar eso, que consigue lo que se le pide a una serie de este estilo, sin ir mucho más allá. Suficiente.

-Seizon -LiFE-: la combinación de Nobuyuki Fukumoto junto con Kaiji Kawaguchi ya nos dejó en su momento Confession, la historia de la confesión de un asesinato en una situación complicada con atosigantes resultados. En esta ocasión, un hombre al que le diagnostican pocos meses de vida debido a un cáncer de hígado se dedica a investigar antes de palmar la muerte de su hija, encontrada casi quince años después de su asesinato. Historia enternecedora, con un protagonista con voluntad de hierro y con el que te acabas encariñando, aunque al final se estira demasiado la resolución del caso. Aun así, los momentos de tencsión dramática son llevados con la maestría del maestro Fukumoto aderezado con el estilo de Kawaguchi, clásico y elaborado a su manera, bastante adecuado para ayudar a transmitir las sensaciones que el guión ofrece. Recomendable pero a su vez un tanto decepcionante (quizás por el hype previo que ofrecen estos dos grandes del manga).

-Onani Master Kurosawa: una especie de doujin extraño en donde nos encontramos con una especie de Lelouch pajero con ínfulas de Light Yagami que se dedica a putear, por orden de la mosquita muerta de su clase, a las compañeras de su clase que le chinchan por el efectivo método de eyacular sobre sus cosas. A priori no deja de ser algo retorcido y que puede provoacar hasta risa, pero poco a poco se va moderando hasta hacerse una agridulce comedieta de situación y amor estudiantil, con un kilo de referencias al anime de moda de estos últimos años. Al final la cosa acaba retorciéndose demasiado por "la vertiente buena" de los acontecimientos y... psé.

Para finalizar, diré que reservo para tiempos mejores y cuando lo acabe una buena reseña de El Señor de los Anillos, al cual también le he metido un buen pellizco este veranito. También me dejo para después las reseñita de la preciosa Yokohama Kaidashi Kikou en la sección de manga. Y bueno, ya nos leeremos en próximas reseñas de diversas actividades veraniegas.

lunes, 30 de agosto de 2010

Resumen de vacaciones y cuentas pendientes

Hola a tod@s. Ya estoy de vuelta de ese exilio semiforzado en mitad de la Sierra de Gredos. Volvemos con ganas de más, con una necesidad imperiosa de contar algo si algo hubiera ocurrido. Estas vacaciones digamos que han sido atípicas, con un constante ir y venir de esfuerzos para conseguir avanzar un poco en cuanto a un trabajillo que ya tengo por ahí quemándome las espaldas.

En general, éste ha sido un veranito movido y productivo, pero sólo intelectualmente hablando. Muchas lecturas de esto y aquello, información sobre la independencia mexicana y mucho tiempo libre. Así que a vista de cómo han ido las cosas, para esta semana me he planteado dejar algunas entradillas referentes a algunas de las cosas que he estado haciendo estos últimos meses:

-Reseña pendiente de la temporada veraniega de anime (en plan slowpoke total).
-Comentario de alguas de las lecturas, las más "interesantes", que he hecho (tanto de libros como de cómic).
-Nuevo capítulo de "Awesome mangakas", esta vez, Satoshi Mizukami.
-Reseña de Lufia: the Fortress of Darkness.
-Reseña de Yokohama Kaidashi Kikou.

En fin, ya con eso tengo para una temporada. A ver si no se me escurren todas las ideas que pretendo transmitir... En fin, nos leemos y espero cumplir las esperanzas de al menos los tres o cuatro lectores habituales que espero me queden (y todos aquellos ocasionales).

sábado, 7 de agosto de 2010

Honey & Clover: lo dulce y lo amargo


Hace cosa de un año me dio por seguir una de esas muchas series que tenía aparcadas en el capítulo uno para ver de lo que iban. Y hasta ahora, a las seis de la mañana más o menos, que no la he completado. Aquí hablo de una de las series fuertes de JC Staff, de cómo consiguen crear en este tipo de series una fabulosa ambientación. Basado en el manga homónimo de Chika Umino, Honey & Clover nos narra las vicisitudes de unos jóvenes estudiantes de una escuela de arte y sus relaciones. Hasta que un día se cruza en sus vidas la pequeña Hagu, sobrina del profesor Hanamoto, de la que rápidamente se quedan maravillados por sus ostentosas cualidades creativas... y en otros casos, por algo más que eso. Así, empezamos a ver, en principio como una comedia romántica al uso, bastante buena además, la relación amistosa de estos personajes hasta que sucede lo previsible: la ruptura. A partir de ahí, la serie da un giro dramático impresionante (equivalente a la segunda temporada) con el final de la vida estudiantil de los protagonistas: Mayama, Takemoto, Morita y Ayu. Progresivamente van acabndo la carrera y las circunstancias les obligan a cada uno ir por su lado hasta llegar a despedirse.

Esta serie es sin duda una obra que llega. Los personajes se hacen en principio entrañables para luego toparte con sus crudas realidades, enfrentándose a sus sentimientos y a las decisiones de los demás, teniendo que aceptar muchas condiciones dolorosas a su paso. Es un giro brusco de la simpática serie que empieza siendo, una comedia de situación en la que hay varios enlaces de algo más que amistad entre un grupo de habituales del despacho de un profesor de una escuela de arte reputada. Así, poco a poco van evolucionando, unos personajes más que otros, hasta darse cuenta de lo que quieresn, lo que buescan y si pueden o deben encontrarlo.

El labrarse el destino a base del esfuerzo o del talento es un enfrentamiento también fuertemente presente, pero que no ha de dirigir a sus caminantes hacia la felicidad. Es más, puede resultar un escollo para lograr llegar a ella. Los objetivos a corto plazo se interponen a los de largo plazo y bien esto puede resultar un problema, no siempre, pero en este caso puede llegar a ser la pérdida de los mismos. Así, las situaciones se entrecruzan y el problema de uno acaba siendo el de todos. Hay una fuerte empatía entre todos los personajes principales que les brinda sin duda un aura especial de familiaridad y amistad, que poco a poco se va desguazando conforme cada uno toma las decisiones que cree correctas, debilitándolo pero nunca acabando del todo con ello. Así, a través de crear también fuertes empatías con el espectador, logra transmitir de una manera muy fuerte todas las sensaciones de este grupo de amigos venido a veces a menos y a veces a más. Y sin duda eso es lo que la hace una serie admirable, preciosa y muy entrañable.

En mi caso, he tenido mayor empatía por Takemoto. Me gustan este tipo de personajes para Hiroshi Kamiya (también me pasó con Natsume de Natsume Yuujinchou), más que los protagonistas shaftianos u otros roles que le he visto. Es sin duda un personaje con el que, en cierto sentido, más he compadecido y más he admirado, quizás porque sea el que más fuertemente muestra a lo largo de la serie su evolución, siendo un camino tortuoso hacia su corazón, un viaje que prácticamente empieza y acaba en él. A pesar de todo, no hay que menospreciar a los demás personajes, los cuales influyen poderosamente en esta evolución, tal y como Takemoto también influye sobre ellos, sus decisiones y sus objetivos.

En definitiva, es una serie completa y muy bien llevada, con un plantel de seiyuus masculinos (aparte de Kamiya, Sugita Tomokazu y Keiji Fujiwara, por poner un ejemplo, a los cuales no he vuelto a ver juntos hasta Arakawa under the Bridge, que no es lo mismo para nada) magnífico, una música embriagadora y una animación deliciosa que mantiene el tono apastelado de la autora del manga. Una delicia que casi debería ser vista por todo aficionado al género, pues sin duda es una de las pocas maravillas que nos está dejando esta década.

Y bueno, por lo que a mí respecta, aquí me despido una temporada más bien larga, en la que espero no aburrirme mucho (lo dudo con todo el percalazo que llevo de equipaje de estudio) para traer más historias que contar, a la vuelta del pueblo. Buenas vacaciones a quien las tenga, y al que no, paciencia que ya llegarán tarde o temprano. Nos leemos.

viernes, 6 de agosto de 2010

Toy Story 3: Pixar es para niños mayores


Hacía la tira de tiempo que no me daba por irme al cine solo. Es más, hace más de dos años. Y es que si no hago esto, no veo las películas que quiero ver, porque ya me ha pasado en más de una ocasión. Así que aproveché el día del espectador y la sesión cada dos horas del cine Madrigal (al cual hacía eones que no iba, posiblemente desde los quince o dieciséis años. Creo que la última película que vi allí fue Isi Disi, así que echando cuentas. Aparte de conservar buenos recuerdos de otras muchas películas que fui a ver de canijo, como Jurassic Park 2, Antz o las dos primeras de Shrek, entre otras que ahora mismo no recuerdo) por tres eurillos el día del espectador. Y pensando que no habría ni perry, resulta que muchas familias se trajeron a los chavales a ver la película, pero como todas las de Disney (al fin y al cabo, es lo que es).

Teniendo el hype de todo tipo de comentarios, sin haber visto la segunda (sólo a cachos sueltos), con tan buenas, no, magníficas sensaciones que me dejó Wall-E (y todavía no he visto Up... merezco un castigo ejemplar) y con el lejano recuerdo de la primera, pues me dispuse a verla. Y la verdad es que a cada película se nota la mejora. Empezando con uno de los excelentísimos cortos a los cuales Pixar nos tiene acostumbrados (en esta ocasión, titulado Día y Noche), hacía boca muy bien.

Empezada la película, cabía esperar lo que me encontré, una consecución de desencuentros que acbaría por dejar en una guardería a los juguetes protagonistas. A partir de ahí, sensaciones de nostalgia combinadas con el humor característico marca de la casa. Se desarrollan los acontecimientos y una mayor explosión de sensaciones que van degenerando hasta una agonía que difícilmente los críos que ven ex novo estas películas pudieran comprender. Sin duda, está destinado a niños mayores, a gente que lleva más de diez años esperando a ver la continuación de una saga a la cual se le tiene un inmenso cariño. Yo no recuerdo cuándo estrenaron la primera, pero sí que fui a verla al cine en familia siendo un pequeñajo de unos siete u ocho años, no más. Y claro, ver años después las situaciones en que se encontraban los entrañables personajillos en la recta final de la película es un atentado contra los sentimientos de esas generación que crecimos acompañados por ellos. De ahí quizás su genialidad a la hora de orientarse hacia un público crecidito y que ha padecido lo mismo que se muestra en la película: que crecemos y vamos desplazando a nuestros antiguos compañeros de juego, nos vamos de casa y abandonamos las costumbres que antaño teníamos para dar paso a otro mundo, el de la madurez.

En este bonito relato vemos cómo se echa de menos lo propio, es más bien una sucesión de despedidas y de empezar de nuevo, ya sea en un ámbito distinto para dedicarte a tu trabajo. Al menos ése es el rol que desempeñan los juguetes protagonistas, contado muy bien, con una excepcional animación 3D (a la que el estudio nos tiene ya malacostumbrados) y un lujazo a disfrutar como un crío. Una película más para nostálgicos y que se dedica, sin duda a todos los que en su momento vimos (y sin duda disfrutamos) la primera película hace ya tanto tiempo, para emocionarnos y de nuevo ganarnos.

domingo, 1 de agosto de 2010

La realidad histórica del crimen (26/7-30/7 2010)

Como ya apunté anteriormente, esta semana he estado acudiendo a un ciclo de conferencias organizado por el Centro Mediterráneo de la UGR en realción a la celebración de la I semana internacional del crimen de Granada. Una amiga me avisó de su realización y a su vez incité a otros compañeros de fatigas a acudir al mismo, aunque fuera por hacer algo en los tranquilos meses estivales. Organizado por César Girón, Gregorio Morales y Melchor Saiz-Pardo; este ciclo consistió en dar una nueva visión del crimen a través de distintas perspectivas, más científicas y empíricas que otra cosa, biológicas, históricas, literarias, periodísticas y judiciales a través de ejemplos nacionales. Con considerables añadidos para retorcer las ideas de la gente además.

Hubo una serie de ponencias considerablemente interesantes entrelazadas con otras que, por una causa y otra, dejaron una impresión de miel en los labios. El primer día se inició con las ponencias de la sección "El hombre y el crimen", consistente en demostrar, a traves de las investigaciones médico forenses, genéticas y de comportamientos sociológicos el origen y la relación del crimen en la mente humana. El día siguiente, en la sección "El crimen en la historia", vimos determinados casos históricos de crímenes sucedidos en diversos ámbistos (religiosos, de Estado y por diferencias sociales). El tercer día, "Crimen y literatura", consiste en ver la perspectiva literaia del crimen y el desarrollo del género criminlístico, la novela negra, a través de distintos autores invitados. El cuarto día fue más orientado a algunos crímenes ocurridos en España, casos característicos o de gran trascendencia y renombre: verdugos, la muerte de Prim y el crimen de Don Benito, en la sección "Crimen en la realidad española". El último día, el denominado "Día del crimen", se invitó a un integrante de Homicidios de la Guardia Civil a contarnos un caso que resolvió, y al director de Ideal Granada para hablar sobre la repercusión del crimen en el ámbito periodístico y cómo se ha visto influida la opinión pública por ello, a través de la exposición e investigación de la prensa.

El curso ha resultado bastante curioso y ha tenido muchos aspectos interesantes, que me han hecho ampliar o afianzar conocimientos al respecto de temas de mi ámbito de interés a la par que aprendía muchas cosas nuevas y muy interesantes, a la par que abrirme a nuevas perspectivas con las que puedo llegar a estar más o menos de acuerdo en general. Así que ha sido una semana interesante para desconectar un poco de la labor investigadora que estoy empezando a desarrollar. Pero el paréntesis se acabó y toca volver a la rutina hasta el corte vacacional y el exlio veraniego de todos los años.

miércoles, 28 de julio de 2010

Algo más allá de un simple símbolo nacional

Como ya sabréis la mayoría, hoy han aprobado la abolición de las corridas de toros en Cataluña para 2012. Y me resulta raro hasta a mí saltar ahora con esto. Pero me sirve para disertar largo y tendido, cualquier excusa es buena para volver a escribir alguna reflexión en este tugurio internetil.

La llamada fiesta nacional viene a ser el enfrentamiento entre una serie de individuos engalanados hasta las trancas con un traje de lentejuelas frente a un toro bravo valiéndose de su habilidad con un capote y un estoque. Tras la perogrullada de turno, pasamos a analizar los entresijos per se. Yo no me manifiesto ni en contra ni a favor de la abolición, es más, considero que adía de hoy existen asuntos mucho más relevantes a tratar (o que se deberían tratar con mayor prioridad) que esto. Aun así, me posiciono en un principio cercano más a la no prohibición, por las siguientes razones: por mucho que le duela a esos grandes amantes de los animales, sobre todo esos hipócritas que son del tipo que libera visones americanas en Galicia creando alteraciones en el ecosistema por tal de que no se haga un abrigo con ellos, pues por mucho que les joda hay bastante gente que vive por los toros. Es más, seguramente el toro bravo ni seguiría existiendo si no se hubiera mantenio esta tradición, como ha podido pasar con muchas otras especies. Un toro no es que parezca en teoría un bicho barato de mantener, esto casi que podría fomentar más su posibilidad de extinción al no ser ya un recurso a explotar con relativa rentabilidad. No es por tradición ni por el sentimiento que provoque a quien disfruta de la fiesta (que además, está en su pleno derecho de disfrutar de ello al igual que yo lo mismo puedo disfrutar viendo una peli de guerra en que los personajes salten por los aires y me salpiquen sus vísceras), sino simplemente por ser un modo de vida de gente que se dedica a la ganadería y cría de estos animales. Es una manera de explotación económica e incluso de fomento de turismo, es un elemento característico que puede atraer a gente que se sienta atraída o por mera curiosidad. En definitiva, es un aparato de fomento de turismo, un atractivo más a añadir a un amplio repertorio.

Además, tenemos el curioso ejemplo paradigmático de que se hace en Cataluña, en una comunidad autónoma al borde (o eso quisiera ello al menos) de la escisión institucional. O sea, una región que tradicionalmente ha anhelado ser una nación independiente del resto del Reino de España. Canta que, además, sse vincule la bella palabra "fiesta nacional" a ello. Y fiesta nacional de todos los españoles. La exclusividad salta a relucir cuando nos metemos en estos temas que tanto orgullo parece que provocan entre quien se ve identificado con ellos. En cierto sentido, entiendo también que esta prohibición sea bien recibida por sociedades protectoras de animales, porque la verdad es que es una salvajada ver lo que se hace con el toro, sí. Pero bueno, en la naturaleza del ser humano no sólo está el riesgo, sino también el afán destructor de ver cómo consigue machacar a todo lo que esté a su alrededor para su gozo y disfrute. Aunque no pueda ser euqiparable la cantidad de toreros muertos en la lid frente a los toros que sí lo han hecho, cabe resaltar que bien le cuesta a veces (y literalmente) un huevo a los toreros que se van allí a jugarse el tipo frente a un bicho que bien puede superarle unas diez veces en su peso. Y con los cuernos bien afilados. Yo no sería desde luego quien se arriesgase ante una situación similar, pero vamos, que perfectamente puedo comprender que haya quien le encuentre sentido a su vida haciendo eso, o bien le guste y entonces sea libre de disfrutarlo como he afirmado anteriormente. Lo que no me parece tan lícito es que se censure de esta manera una afición que, además, y a pesar de su crítica, se haya mantenido desde tan antaño.

No es por frivolizar, pero creo que se originaría mucho más revuelo si se prohibiesen los videojuegos. Yo creo que nos harían un grato favor en ese sentido, por muchas y diversas razones (ahorro energético o mayor coste de oportunidad en luz, fomento de otras actividades culturales para mi juicio más enriquecedoras, mayor apertura mental y social...). No deja de ser mi punto de vista, pero bueno. Eso sí, pero ¿os lo imagináis? Se armaría una buena, porque precisamente las empresas que menos han perdido (o directamente, no han perido nada) con la crisis son las empresas de este sector. Y la gente lo demanda, pero por ello también tendría que tenerse en cuenta la opinión de una minoría que, como yo, estamos algo en contra (hipócritamente, porque aún hablo, juego esporádicamente e incluso disfruto) de los videojuegos, pero porque soy hijo de mi época. No tiene remedio, yo creo que me harían un mayor favor, pero no deja de ser una percepción individual. Hay gente también que vive de eso, y seguramente más que del toreo, que no quepa duda. Pero no deja de ser, salvando mucho las distancias, algo similar.

Independientemente o no de mi opinión, el caso es que ya a lo hecho pecho. No me voy a rasgar las vestiduras por un bando u otro, simplemente, creo que esta medida es irracional en el momento en que se ha tomado. Porque todavía siguen emitiéndose cada vez más toneladas de CO2 y nos importa más lo que se cuece sobre una tradición cultural de una esquina del culo de Europa por el mero hecho de que le vincula con el resto de esa península (a pesar de ser una tesis conspiranoica, casi que creo que canta más a eso que a otra cosa, vistos precedentes). También cabe resaltar la curiosidad que, al igual que hace ya años en el caso canario, no se hayan desmantelado de igual manera otras tradiciones vinculadas a la defensa animal (en Canarias aún son oficiales las peleas de gallos, y la verdad es que no es nada agradable ver cómo se clavan los espolones). Sí, tiendo más a postularme con una paranoia más digna de un argumento derechista, pero bueno, nadie es perfecto y no siempre se tiene por qué tener razón.

Cierto es también que el mero hecho de que seamos humanos no nos otorga voz y voto en decidir sobre la vida de un animal, y menos si es eliminarlo por el mero hecho de reventarlo a base de clavarle banderillas o dejarlo lisiado y desangrándose. En todo caso, comprendería que en los pueblos y a una menor escala se disfrutase del espectáculo que ofrece si además, después y como se hace en mi pueblo, se prepara un cocidillo con el toro y la gente que ha asistido a la corrida se lo puede zampar tranquilamente y disfrutar de su sabor. Ahí casi que le veo más sentido, y no mostrarlo como el divertimento de unos cacicones que fardan de cochazo y de casta yendo a pedir orejas a los maestros del ruedo.

En fin. Últimamente ando atendiendo a una serie de conferencias que van sobre la realidad histórica del crimen y hoy me ha dado el venazo tras un acalorado debate en mi mollera sobre algo que me ha afectado mucho. Ando aprendiendo cosas muy básicas de derecho penal y repaso algunos conocimientos de culturilla general de la carrera, aparte de aprender nuevas cosas y desarrollar nuevas inquietudes, todo muy completito y complaciente. En próximas ediciones de esta vitácora seguiré reflexionando sobre el sexo de los ángeles conmigo mismo a ver si logro convencerme de que estoy equivocado en tantos sentidos que haya logrado perder la cuenta.

martes, 13 de julio de 2010

Angel Beats!


El verano es, sin duda, una época propicia para ver dibujitos de éstos. Y más si llevas acumulando series después de un duro cuatrimestre de seudotrabajo y los exámenes. Así que suelo aprovechar no sólo para empezar a ver todas esas series que se estrenan de la temporada de verano, sino las que dejé más aparcadillas por las razones antes enunciadas de la temporada de primavera. Es un planazo de mierda, sí, pero... qué remedio. También aprovecho para hacer otras cosas que se reducen al absurdo a "perder el tiempo". Yéndome de nuevo hacia donde no me debería haber ido, ponemos esta serie como ejemplo paradigmático, aunque esta vez he de reconocer que es una de las que más fielmente he seguido (aunque no tanto como la divertidísima B gata H kei) conforme la iba sacando el fansub de la que lo seguía (en este caso, le di una oportunidad a uno español muy en boca de todos, inshuheki).

Esta serie no deja de ser una acumulación de topicazos en muchos sentidos de lo que es a día de hoy la animación japonesa: personajes estereotipados de colorido variado y personalidad previsible, aderezado con el perpetuo moe y un estrafalario toque de shônen en un dramón típico de los de Key (con Jun Maeda por detrás...). Otonashi, un chaval que se despierta de repente en mitad de un instituto junto a una muchacha calcada a Haruhi pero con el pelo moraduzco sujeta a un rifle mientras le cuenta que se enfrenta a un ángel, además de reprocharle que está muerto. Total, que resulta que los niños atormentados que no han tenido una infancia feliz han acabado en mitad de una especie de RPG dentro de ese instituto para que pudieran disfrutar de una vida plena de estudiante que en vida no pudieron tener... y que han muerto durante la misma. Cúmulo de casualidades que dan una serie de situaciones en principio absurdas e incluso hasta divertidas y luego lo combinan con situaciones trágicas de paquete para llegar a lo más profundo de los chavales que disfrutan de la serie.

Sin duda esta serie es pura carnaza para adolescentes. Tanto en su desarrollo como en su mensaje como en su demás parafernalia. La música (me refiero a GirlDeMo), los personajes, el aire rpgero y el dramucho barato que se gasta. Es una mezcla tan extraña que casi podría confundirse con un shônen del montón, con todas las situaciones pasadas de los personajes protagonistas y el intercalado de ridículas situaciones cómicas en las mismas. Aun así, no deja de tener un regustillo amargo y quizás algo especial, pero no sé, no deja de ser una vaga sensación tras el final que, para mi gusto, resultó un poco forzado y bastante prolongado por necesidad. No sé siquiera qué sensaciones me ha llegado a transmitir laserie, ha sido confusa en ese aspecto, pero bueno. El caso es que la música del grupillo que salía me ha acabado gustando bastante, y eso que es del típico grupillo que suele gustarle a los adolescentes de hoy. ¿Será que me está entrando de nuevo la paranoia hormonal del adolescente de hoy? ¿Será una regresión debido a los constantes desengaños de la vida y un incipiente síndrome de Peter Pan? A saber... pero el caso es que helos ahí. En fin, ya veremos si se me pasa o si prorrogo mi infancia hasta la extenuación... Fin de la transmisión.

lunes, 12 de julio de 2010

Mundial de Fútbol de Sudáfrica: ¡pudimos!

Realmente no sabía si hacerme eco de esta noticia, pero después de haber seguido casi desde su inicio el Mundial de fútbol de Sudáfrica (todo por tal de desconectar del estudio por cualquier forma existente), hay que destacar al vencedor: la selección española.

Sí, sé que es raro encontrar una página tan cerrada a sus discursitos como ésta, pero coño, este mundial ha sido especialmente muy emocionante. Es más, ha sido hasta agónico en muchos sentidos, sobre todo para esta selección, que ha sufrido lo insufrible, luchando contra la historia y la estadística... y contra un pésimo, en general, arbitraje. Y unos rivales nada fáciles y más duros de lo que se creía uno. El susto inicial con Suiza presagiaba lo peor y una oleada de pesimismo y críticas contra la misma. Pero supieron salir al paso frente a Honduras y Chile, sin destacar mucho, por lo que precisamente no era como para llevarlas todas consigo. Pero las victorias trrabajaisimas a la mínima en los partidos de octavos (Portugal), cuartos (Paraguay y su fuerte defensa), semis (Alemania y su vigoroso fútbol) e incluso final (contra una sucia Holanda y llegando en ésta a la prórroga, con uan pésima actuación arbitral) han valido para destacar la calidad de un juego que no llega exactamente a ser muy acertado a la hora de la verdad, pero que ha funcionado, al menos, para dar espectáculo y ganar la tan ansiada copa.

Hay que destacar también otros aspectos del mundial, otros equipos que se han merecido un reconocimiento especial (sobre todo tras las extrañísimas eliminaciones de selecciones como Francia e Italia, para bien o para mal). Y destacar también una incipiente potencia que bien perfectamente podría haber sido merecedora del título: Alemania. Con un equipo fuerte, efectivo y joven, han llevado además un limpio campeonato desprendiendo mucha calidad. Y se manifestó además en el intenso partido por la tercera plaza que lo enfrentó contra Uruguay, el cual fue un bellísimo e intenso partido que habría que tener presente a la postre para ver cómo funciona el equipo germano. Aun así, anduvo tan igualada la cosa que fue hasta sorprendente (y Forlán se mereció haber metido aquella falta a la esquina en el último segundo, aunque sólo fuiera para disfrutar de media hora más de intenso y bonito fútbol).

Pues eso, preferencias hechas, ahora sólo me toca soltar un... ¡¡OEEEEE OE OE OEEEEEE, OEEEEEEE, OEEEEEEE!! Y todos tan contentos. Ahora, a esperar a que suba el PIB, que buena falta hace.