lunes, 25 de mayo de 2009

I Salón del Manga de Granada

Foto positivista de regalo

Pues otro salón más al haber de esta ciudad. Y como rezaba el chiste de Jaimito, "Y van III". Lo dicho, este fin de semana se ha organizado en el palaciode Congresos y Exposiciones de Granada este evento. Qué puedo decir al respecto: dejá vù. Lo mismo de siempre con otro cartel, pero bueno. Es la excusa para ver a los amigos que no ves nunca, te pegas un paseo, aprovechas ofertas como un precioso art book con ilustraciones de Yasuhiko, Nihei y Miura a mitad de precio, y un DVD de cortos fumada de Osamu Tezuka (bueno, en realidad, me quedé con las ganas de pillármelo...).

El caso es que anduve rondándolo por la mañana para ver el panorama cosplayero junto con el Vengador Asesino y su ayudante Estrella de Rock (que evolucionó a Estrella del Metal, todo sea dicho). Muchas risas, tres horas deambulando, disfrutando de la exposición sobre hentai (y voy y me pierdo la de fotografías... si es que los tengo cuadraos). El caso es que la jornada se interrumpió por motivos familiares (mi hermano se graduaba y mis padres me arrastraron a ver a un montón de gente que no conozco desfilando mientras les otorgaban las bandas). En fin, sobre las ocho o así pude volver (con traje y unos zapatos que me machacaron los pies), pero ya pasé del tema y me fui a tomar el solecito de la tarde en la escalinata del lugar del evento con la gente de Koi-Nya. Gracioso fue cuando los canis empezarona acercarse a mis coplayeados colegas y pasaron cosas. En fin, que rematamos la faena echando unas tapillas por la Acera del Darro (por cercanía más que por otra cosa) y así fue la cosa. El año que viene (o dentro de unso meses) habrá más. Lo de siempre, subiré fotos y blablabla (que os lo habéis creído).

Logard, cabrón, para la próxima personifícate.

El segundo advenimiento se ha producido

Como siempre, slowpokísimo con todas las noticias. Bueno, si alguien no lo sabe ya, pues que ya ha dado comienzo tras el masivo trolleamiento al que Newtype, Kadokawa y Kyoto Animation nos han estado sometiendo durante meses, nada más y nada menos, que la "segunda" temporada de la Melancolía de Haruhi Suzumiya (y entrecomillo lo de segunda porque en realidad es juntarle capítulos nuevos a la serie en sí, haciendo un total de 28, pero siguiendo los eventos que suceden en las novelas).

-Espacio para aplausos y vítores-

Por lo que se ve, parece ser que llegará hasta la sexta novela (si mal no recuerdo, me ha llovido mucho desde que las leí) y seguirá el orden cronológico de la serie, y no el desorden caótico con que fueron emitidos los primeros episodios de la primera temporada, supongo que porque a partir de la cuarta novela, la cosa ya no se ponía tan liante, sino que ya adoptaba un ritmo de narración con continuidad temporal de los acontecimientos. En fin, que la disfrutéis todos los adoradores de nuestra deidad patrona, a la que habremos de empezar a poner velitas por la mala época que se nos avecina a todos... Espero que Djehwty nos acompañe...

Y claro, la tradición manda: la seguiremos de nuestros viles coleguillas de AU.

lunes, 18 de mayo de 2009

Una de historia de las mujeres... y faraones


Para que luego la gente cuerstione mi memoria y me diga que un anfibio polimorfo tiene más que yo, todavía recuerdo algo que me dijo una vez mi amiga Nesfe: "Cuando deis a Nefertiti en Egipto y POA, dedícale una entrada". Pues bien, tras la excesiva paliza que me ha supuesto la asignatura de historia de las mujeres (4 exámenes y sus correspondientes trabajos por una asignatura de 6 créditos por la que se acaba aprendiendo tanto no sé si realmente acaba saliendo rentable, pero vamos, lo importante es eso, aprender), pues habiendo llegado por fin al Reino Nuevo Egipcio, toca ya hacer este ejercicio de feminismo positivista para deleite de mis "allegados" lectores y en concreto para Nesfe, que me la pidió expresamente.

A pesar de que por esta época (la XVIII dinastía, siglos XV-XIV) gozaba de mayor importancia una figura anterior a la que pasaré a tratar grosso modo ahora, la de la reina Hapshepsut (que actuó como una faraona propiamente dicha del imperio egipcio); cierto es que la reina que educó a Amenofis IV despierta mayor interés en todo lo que se refiere al entorno ético-mísitico que genera por el hecho principal de ser la reina que trató de encarrilar a semejante sujeto, el cual es más conocido quizás como el instaurador del culto oficial al Atum ante todos los demás, personificándose en divinidad como si un faraón del Reino Antiguo fuese a la par que el imperio asiático de Egipto perdía terreno a manos de los hititas de Suppiluliuma I (interesantes personajes, estos hititas... algún día habré de dedicarles una entradita). Pasando de lo interesante de esta época, se especula también con el origen de esta princesa, que bien se plantea que podría ser perteneciente a esta nobleza local de envergadura tan simpática de los nomos que busca alianza con la realeza para tener vínculos con la familia del pr-r' y así tener posibilidades de agenciarse el trono; o bien puede ser una princesa de Mittanni (otro de los reinos que componen el mosaico proximooriental de la época), fruto de esas intensas relaciones internacionales que se desarrollaban en la época (ni las embajadas italianas de tiempos de Carlos V, vamos). parece ser que el gran faraón finalmente la repudió, desapareciendo del mapa en cierto punto, sin documentación ni imágenes que la emncionen en los textos. A saber, estos egipcios estaban como cabras...

*Soy castigado por la Maat.

Bueno, pues yendo al plano de los artístico y especulativo por igual, parece ser que el famoso busto que está en Alemania pertenecía a una producción en serie del taller de un tal Tutmosis de Amarna. Era la única "terminada" (entrecomillado, debido a que aparecieron otros bustos sin pintar, y a éste le falta un ojo que se habrá desprendido). Según he podido observar en estudios recientes, parece ser que fisionómicamente (se dice así, ¿no?) no era tan guapa como la pintaban. Raro me resulta tras ver los retratos tan "naturalistas" (dentro de lo que cabe en la concepción artística egipcia, tan clásica y con fama de "inamovible", cosa difícil de justificar en una civilización de unos 3500 años de duración) de Akhenatón, pero bueno, ya se sabe que la discriminación positiva no es sólo cosa de Zapatero. Está todo inventado, como diría nuestro querido profesor de la asignatura, el cual, como vea esta entrada, me puede defenestrar por si he metido alguna cagada que no me extrañaría haber cometido. Si es así, ¡que Maat me castigue!

*Soy castigado por la Maat.

sábado, 16 de mayo de 2009

Congreso internacional "Los moriscos: historia de una minoría"

Bueno, pues vamos al lío. La semana pasada, exactamente, del 13 al 16 de mayo de este año de 2009, se celebró en el Paruqe de las Ciencias de Granada un singular evento que inicia la conmemoración de un suceso de basatnte relevancia en la historia moderna española: la aplicación del decreto de expulsión de los moriscos de los territorios de la monarquía hispánica. Así, a bote pronto, pues guay. El caso es que de haber sido una simple conmemoración con sus conferencias y ya, pues los organizadores del Legado Andalusí y dos coordinadores de la materia, Rafael Peinado Santaella y Manuel Barrios Aguilera, se han traído a un elenco de estudiosos del tema de hasat tres continentes distintos, de distintas perspectivas, y se han organizado mesas de exposición en torno a este tema común en los más diversos aspectos. Y cómo no, ahí estábamos unos colegas de clase y yo para dar cuenta de ello.

Principalmente, la cosa ha ido de sesiones en las que intervenían varios historiadores de notable reputación, de los más diversos ámbitos de la historiografía moderna actual, y claro, con personajes de la categoría como Bartolomé Bennassar, Bernard Vincent, Joseph Pérez, Ricardo García Cárcel, Miguel Ángel Ladero Quesada, James Cassey y otros muchos venidos de los más diversos ámbitos (aparte, claro está de muchos de nuestros profesores de la universidad) pues la cita era como para no perdérsela. Y ahí anduvimos, al pie del cañón, disfrutando de sus interesantes conferencias, y ya que estábamos, pues ponerle cara a muchos de estos personajes que sólo conocíamos a través de la mención bibliográfica, y mira, aprovechando la coyuntura, una fotito con ellos no pintaba mal, y eso hicimos, cuales fangirls adolescentes con sus ídolos de la canción. La colección ha quedado muy simpática, si alguien la quiere, que me la pida y ya le rulo las más destacables.

Por lo demás, hacer mención a la problemática historiográfica en torno a los moriscos, y agradecerle de nuevo al profesor Barrios Aguilera la invitación y la calurosa acogida que durante las tres jornadas y media que duró dicho evento, pudimos disfrutar de una visión plural, elaboradísima pero a la vez divulgativa de el interesante tema no sólo de la salida de los moriscos, sino de basatntes más aspectos visibles en el Mediterráneo de los siglos XVI y XVII, además de otras puntualizaciones sobre historia local y demás. Y que no falte en acta lo que realmente resultó harto interesante: los desayunos a mitad de mañana, cafelito, pastelitos, y conversaciones con el señor Cassey y Arias de Saavedra Alías (nuestra profesora de Moderna de España el año pasado) sobre lo sensacionalista que se ha vuelto Henry Kamen. Para repetir, oiga.

viernes, 8 de mayo de 2009

Lo que hay que leer... ¿Y por cuál iba ya? Ah, VIII

Oh Dios mío. Han debido de alinearse los astros o algo de semejante envergadura... Pues casi. A pesar de que debería estar rematando una faena laboral, prefiero dejaros aquí una serie de impresiones que me surgieron ayer ojeando el periódico (todo sea por no estudiar). Bueno, después de haberme quitado de encima la parte de medieval de Historia de las mujeres, pues decido por fin retomar una de las más "exitosas" series de entradas de esta bitácora: Lo que hay que leer. Hace tanto tiempo que no actualizo que ya ni sé por cuál voy, pero bueno, podría mirarlo, pero por perrería... Hala, aquí va.

En fin, vayamos al tema. Resulta que ayer en ese archiconocido ex diario independiente de la mañana ahora periódico global en castellano (a.k.a. El País) hubo un par de articulillos que me llamaron graciosamente la atención. Uno de ellos se centraba en unas jornadas en Valladolid sobre la novela histórica. Resulta que en la feria del libro de dicha ciudad han llegado unos cuantos especialistas y catedráticos que se han pasado de las aulas a las novelitas, y bueno, dan explicación de un debate gracioso el cual ya presencié uno el año pasado, y que debo reconocer que disfruté bastante en su momento. Bueno, fue una mesa debate, no unas jornadas dedicadas. Yendo al grano, pues podemos decir que la novela histórica (que no las de esoterismos y cuartomilenismos bestselleriles, o incluso revisionismos fascistoides) es un género en auge gracias a figuras normalmente alejadas académicamente de la historia, peo que triunfa basatnte. Y todo es debido a la aridez de esos tochos semiinfumables que son tan apreciados para las tardes muertas del curso. Aunque luego te puedes topar con algunas sorpresilla que no sea tan dolorosa. En fin, lo que viene a decirse es que, ahora que están tan de moda, hay que aprovechar el tirón no para novelar la historia, sino para hacerla más accesible a través no de una novela de fondo histórico o una historia novelada, sino una novela, a secas, de las denominadas de "ficción histórica", adaptativas y bien documentadas (no los ingleses del s. XIII que comen patatas en esa fantasías del señor Follet) y todas esas movidas. Eso me está recordando también que, aun a pesar de mis escasos conocimientos sobre la vida cotidiana en el medievo, estoy disfrutando de los "horrores interpretativos" de algunos aspectos en una serie en la que sigo colaborando con el fansub, Spice & Wolf. Algún día dedicaré una reseñita a cuatificar, en comparación con la seudo Europa medieval que nos pretenden mostrar estos japos algunos anacronismos (el cual también se menciona que hay que evitar) y cagadas de cuño fuerte. Puede que hasta monte un doujin rancio al respecto, a saber. Tiempo al tiempo.

Otro artículo que me llamó poderosamente la atención fue el referido a la derechización de las ciudades en el viejo mundo. Ains, Europa se me hace vieja... Ya bastante sufrimos con esta especie de "comunidad de libre mercado interior pero no para fuera" y "planificadora de su economía" que es nuestra querida (o por lo menos, antes lo era) Unión Europea. Sé lo que me digo, no me escupáis, ya me justificaré algún día (aquí tenéis a un euroepísta convencido y ahora decepcionado, je). Pues parece ser que el miedo y la paranoia, el pasotismo de los inmigrantes y la salida de los jóvenes izquierdosos del ámbito urbano debitdo a la falta de vivienda está dejándonos a muchos conservadores pastando a sus anchas, y ponen como claro ejemplo de ello a Madrid. Los obreros tradicionales le alquilan sus pisos a los inmigrantes, los cuales llenan los colegios con sus descendientes (hasta de 34 nacionalidades distintas te puedes llegar a topar en un colegio, siendo el 90% del alumnado de origen extranjero). ¿Y le vamos a echar la culpa de todo a estas pobres gentes que ya han tenido bastante por irse de donde han tenido que salir, para sacar adelante a su familia que vive en el más profundo tercer mundo? Para nada. Si nos ponemos con el venazo Ortega Santos (me está contaminando seriamente este señor, al cual le dedico la entrada anterior para que también participe, si es que se pasa algún día) pues habrá que echarle el muerto a los cabrones de las constructoras que nos han inflado la burbuja inmobiliaria y nos ponen los pisos a hipotecas a 50 años (a este paso vamos a acabar como los japoneses en los 70, pagando la hipoteca en sucesivas generaciones) y a los malditos bastardos que nos lo ponen tan difícil para sobrevivir, como esas grandes multinacionales y esos putos bancos que se aprovechan de las malas coyunturas para sangrarnos todo lo posible y más. Fuck them all.

Después del venazo positivista y revolucionario, templémonos con una funesta pérdida que este ex diario independiente de la mañana y ahora periódico global en castellano nos ha brindado desde hace más o menos un mes: funestamente, el suplemento del domingo ha suprimido la sección con la que he crecido y he disfrutado cada fin de semana con él: el Pequeño País. Merecería la pena otorgarle un minuto de silencio. Francamente, encontré sumamente impactante que, tras más de veinte años de tradición de dejarnos ahí plantado un pequeño suplemento con varios cómics de los más diversos autores (como Hergé, Franquin, Azpiri, Daniel Torres, Max, Mique Beltrán, Uderzo, Bill Waterson y muchos otros que ahora mi memoria no alcanza a recordar) pues nos lo cercenen de esta manera. Y todo debido a razones que no sé si tragarme, pero todo apunta a la mutilación originada por el recorte de presupuesto (y eso que cada día el susodicho diario está más caro). Una auténtica lástima, gran parte de mis momentos de lectura de cómic juvenil se han forjado en las páginas de este suplemente que, poco a poco, ha ido decayendo hasta reducirse a cuatro tristes páginas con unas historias en decadencia progresiva (aunque, de vez en cuando, aparecía una bonita historia de los simpáticos Gus o Jorge, incluso de Natalia; de los siempre geniales Calvin y Hobbes, del irreverente Garfield o algún otro del montón) hasta dejarnos definitivamente sin ellos. Esperemos que de verdad sea un parón momentáneo, porque si no, sería una auténtica lástima, no sólo para mí, si no para todo el buen aficionado y para las generaciones futuras, que deberían dejarse de tanta consolita y echarle un vistazo a esas 4 páginas llenas de propuestas interesantes (salvo la página de publicidad y manualidades, que siempre sugerína chrraditas, pero bueno), pasatiempos infantiles y curiosidades que incluso a día de hoy no dejan de resultar bastante interesantes. Pues nada, ahora sólo me quedará el autodefinido para entretenerme los fines de semana cuando me dé por ojear el periódico.

domingo, 3 de mayo de 2009

Manifiesto cosmopolita

Mis intenciones espameras se han hecho fuertes en la tarde de hoy cuabndo se me ha ocurrido la vil idea de completar trabajos de clase metiendo a modo de trabajo adicional la posibilidad que no sé yo si se cumplirá o qué, pero bueno, por poner, que no quede. Inicio una rancia cruzada a ver si consigo subirme el récord de 100 visitas en una semana a través del espameo vil en una exposición con posterior debate en clase sobre el texto del señor sociólogo alemán Ulrich Beck, el Manifiesto Cosmopolita, fragmento y primer capítulo introductorio de La sociedad del riesgo, del mismo autor.

¿Y de qué trata tu rompedora iniciativa, oh aprendiz de positivista? Una chuminada, comentaré por aquí el artículo, lo dejaré enlazado para quien quiera leerlo junto con la presentación que usaré en clase, y plantearé que se venga aquí a hacer un debate, tanto los de la clase como todo bicho viviente que se pase por aquí y le apetezca participar, formando una especie de debate rancio en los comentarios. No sé si me atreveré a moderar, pero de antemano sepa todo el que quiera probar suerte que aquí la moderación... más bien poca. Vamos, que cada uno entra bajo su propia responsabilidad a probar suerte, si luego te saltan un ojo... no me hago responsable.

En fin, una vez introducida mi pedazo de idea y dejando a un lado el autohalago (el único que recibiré por semejante propuesta, todo sea dicho) pues hablemos de sociología, globalización y algún que otro desvarío para darle dramatismo a la cosa.

Bueno, retomándolo dos días después (HAHA OH WOW) pues vayamos a plantear el debate. Lo que viene a exponer este texto es que en la nueva realidad socail que se ha generado a finales del siglo XX con la era de la globalización del libre mercado y del auge del capitalismo más capitalista del capital, estamos viviendo una transformación social que nos es marcada desde esta perspectiva. ¿Qué sugiere el señor Beck? ues no está planteando que, en una sociedad nueva, hay que aceptar nuevos patrones, en primer lugar, pasar de la modernidad como la conocemos y todo eso (la posmodernidad, o modernidad radical en su propia nomenclatura, como segunda etapa de la modernidad) y aceptar que el individuo es el que ha ganado el protagonismo. Pero este individuo, que se lo curra para ser él mismo, ha de currárselo más para obtener un pensamiento crítico suficiente que no le deje convencerse por el sistema y enfrentarse a éste. Hay que formar un colectivo de individuos que siga manteniendo su condición de tales, que se enfrente en una denominada "sociedad del riesgo" que rompa con los esquemas anteriores y le plante cara a este sistema a partir de una democracia mundial basada en el cosmopolitismo.

Soltado todo esto groso modo venimos a decir que hay que plantarle cara al asunto y tal. En fin, para más detalles, ahí tenéis la explicación más detallada y el propio texto. Ánimo, y a sacarnos los ojos los unos a los otros con el arma más afilada que cualquier cuchilla: la palabra.

Links:

Presentación - Mediafire | Filefront
Texto - Mediafire | Filefront

Avisad si los enlaces no van o algo por el estilo.

viernes, 1 de mayo de 2009

25000 visitas

Por primera vez y sin que sirva de precedente, voy a hacer un monumento a mi e-polla. Total, son más de la una de la madrugada y ya he perdido todo el día posible para hacer algo, y casi que debería acostarme para levantarme mañana temprano y lúcudio para currar ese maldito trabajo sobre la evolución económica japonesa que ya debería de estar agonizante y que aún se resiste. Y como llevaba un tiempo sin meterle nada nuevo a esto, pues...

En fin, como paso de chillar histéricamente que he llegado a la cuarta parte de cien mil visitas, pues vamos a hablar de una cosa escasamente relevante: hoy ha venido a la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UGR el ex secretario general de Izquierda Unida Julio Anguita. Nos ha dado una visión del panorama general político, económico y social del tiempo que ha vivido y vive, previa introducción de la historia de las repúblicas en la España contemporánea, acompañado de su punto de vista. En general, ha sido muy interesante. Pero sin duda, con lo que me quiero quedar es con una cosa que, por lo menos, estimo que me debería de venir bien. Y es que casi que vuelvo a recuperar la fe en la izquierda.

Eh, espera un momento, ¿estás diciendo que tú, al que llamaban rojo de mierda por la calle y al que le escupían por eso, habías perdido la fe en la izquierda? Cosas pasan, mierda llueve, pollas para todos. Pues sí, desde aquella fatídica pero enriquecedora lectura y cierto suceso electoral, mi vida ideológica casi que no ha parado de tambalearse. Inquietudes que asaltaban por doquier y planteamientos que no llegaban a resultados satisfactorios me coartaban, añadido a mi tendencia excesiva a sentirme altamente estresado por todo (aún lo estoy, sólo hay que mirar las fechas en las que estamos). Pero en fin, desde dichos sucesos ha llovido mucho, y creo que en su mayoria ha llovido para bien.

Entrar en detalles sería incurrir a fatalismos existenciales y paranoias persecutorias que acentúo cada vez que pienso en la forma del capitalismo neoliberalista; la crisis en que se ha sumido el mundo, pero de la que saldrá y la liará de nuevo para que dentro de 50 años seamos pasto de un futuro completamente madmaxiano e incierto; y varias movidas que se me han metido en la cabeza este tiempo debido a razones de ámbito "profesional". Sí, tengo pesadillas con Ronald Reagan, lo mío es para revisárselo. Pero bueno, también influyen visiones respecto a historiografía que he cambiado de percepción, desde que descubrí un universo paralelo dentro de la historiografía este año.

Hasta antes de empezar este segundo cuatrimestre del 3º año de carrera de Historia, tenía por admiración a la historiografía clásica de la universidad, una herencia de historia desde abajo planteada por el gran historiador Antonio Domínguez Ortiz, y que parece haber impregnado no sólo a una, sino a varias generaciones de profesores de muy diversos ámbitos. Aunque el año pasado ya atisbaba en los que creía desvaríos de un loco (que, posiblemente, resulte ser más genio que loco) esto que se nos exponía en la asignatura Historia y Medio Ambiente en el Mundo Contemporáneo: la historiografía ecológica. No sólo es una forma de hacer historia, sino también una forma de concienciación, quizás demasiado radical, pero no hace más que hendirse en la llaga para presentarse no como una catástrofe, sino como el apocalipsis mismo. El cambio de mentalidad tan súbito y casi que machacado con la fuerza de artículos desmotivadores de gran violencia en cuanto a su contenido, verídico pero destructor a la vez, incidió en ver que, pese a todo lo que se me mostraba de esa historia siempre discriminada, servía para dar paso a una nueva forma de interpretación que nos da la visión de que nos encaminamos a la autodestrucción y que no se puede mover un dedo para desmantelar dicho plantel. Puta mierda para todos y todas. Luego ya pues podemos hablar de historiografía feminista, pero esto no viene al caso.

En definitiva, lo que vengo a decir es una verdad como una casa y que empiezo a plantearme de nuevo seriamente tras los comentarios al respecto de esto tanto de el catedrático de Historia Antigua José Fernández Ubiña como del conferenciante de hoy Julio Anguita. Y es leer a Marx. Reutilizarlo, reciclarlo, sin llegar a revisarlo pero refundándolo para inspirar unas nuevas formas de pensar. Si bien me llamó la atención cuando el primero de éstos a los que he mencionado dijo que aún no estaba superado, puedo y creo oportuno decir que seguramente, tendrá razón. Pero ¿cómo llegaremos a atisbar esto? Soy muy pragmático y llevaba un tiempo queriendo de nuevo ver cómo un hombre que se tiró la mayor parte de su vida estudiando y se juntó con otro gran pensador de estas doctrinas y teorías planteó la realidad de su época, y revolucionó hacia una manera científica la forma de hacer y ver la historia.

En fin, ya me he enrollado y nadie leerá mis divagaciones al respecto de mi intento por hacerme formar una nueva manera de ver las cosas y de realizar una nueva historiografía que vuelva a ese clasicismo de escuela marxista que tanto me fascinó hasta el cuatrimestre anterior, y que me descoyuntó el pesimismo extremo de una serie de verdades incómodas.