sábado, 4 de septiembre de 2010

Awesome mangakas III: Satoshi Mizukami

Pues nada, un año y pico después de la última entrada que escribí de esta sección, volvemos a la carga con un tipo que ha cogido un manual de "cómo hacer un manga" y lo ha transportado directamente a sus obras. Y lo mejor de todo es que con resultados cojonudos. Con un estilo propio bastante característico, y cada vez más contundente, nos ofrece una disposición de escenas bastante buenas y argumentos topicones, pero dentro del mismo contexto, originales y refrescantes que contribuyen a darle un empujoncito a un género denostado por una mayoría de obras decadentes y que tienden a la repetición y prolongación ad absurdum debido a su alta popularidad y rentabilidad. Así, con obritas cortas y completísimas, nos mete de lleno en absorbentes universos de aventura, combates y camaradería. Así que, después de estos antecedentes, y con todos vosotros, Satoshi Mizukami.

-Psycho Staff: historieta de un solo volumen en la que un chaval resulta tener unos poderes psíquicos especiales que lo hacen objetivo de los intereses de dos facciones alienígenas enfentadas, que pretenden adherirlo a sus filas o bien estudiarle a fondo. Total, cosas pasan: aparece una chavalilla de la primera facción que le dice que se una a su facción, pero el chaval pasa de ella. Termina desarrollando fuertemente sus poderes, y una profesora suya resulta ser de la facción rival, por lo que le ponen a prueba con la amenaza de un meteorito para que acabe con el planeta y lo tiene que detener. Finalmente, pierde sus poderes al cumplir dieciocho años y así poder llevar su vida de forma normal, queriendo acceder a la universidad. Esta historia parece un ensayo o bien un "hermanito" de Hoshi no Samidare, de la que hablaré después.

-Sengoku Youko: un shônen de samuráis y youkais, rápido y efectivo, en el que un chaval que se crió con demonios debido al rechazo de su familia, odia a los humanos y persigue a los que hacen daño a los demonios, que a la par va acompañado por una espíritu kitsune (de zorro) con apariencia de muchacha que le otorga poderes especiales para el combate, haciéndolo mucho más fuerte. Así, se les une un campesino miedoso que pretende ser samurái para vengarse de los espadachines que atemorizan a la gente. Así, se acaban topando con una organización de monjes que se cruzan con demonios para obtener así sus poderes y utilizarlos en su contra. En general, mantiene elementos típicos pero bien desarrollados del género, llegando a hacer una aventura muy interesante y emocionante, con acción a raudales, personajes que acaban cayendo muy bien y sin duda una intensa trama que se disfruta sobre todo. Absolutamente recomendable.

-Hoshi no Samidare (Lucifer and the Biscuit Hammer): con decir que la he metido directamente en mi top 5 creo que lo digo todo. Obra clásica, en el sentido de que podría resultar paradigmática, de cómo hacer un buen shônen. Es sin duda una obra de manual, siguiendo de manera ortodoxa todos y cada uno de los elementos del buen shônen para hacer uno magnífico. La historia gira en torno a un muchacho que un día se encuentra con un lagarto sobre su cama que le dice que ha sido elegido por una princesa para salvar a la Tierra de la destrucción. Así, acaba siendo uno de los doce caballeros bestia que han de enfrentarse al mago para evitar la destrucción del planeta... por obra de un gigantesco martillo galletero que espera en el espacio. Así, conoce a la princesa y al resto de los caballeros mientras luchan contra el mago y sus esbirros, unos poderosos golems a los que deberán vencer con los poderes psíquicos que les otorgan las bestias. Intensísima, emotiva y épica narración de una obra que, sin ser muy larga (ha finalizado recientemente con 65 capítulos y 10 volúmenes) ha conseguido llevar a cabo todos los objetivos que se esperan de un shônen: una historia interesante y envolvente, personajes cañeros y a la vez entrañables a los que tomar un cariño especial, un antagonista maquiavélico y mucha acción, momentos de humor simpático y otros que encogen el corazón. Sin duda, una serie canónica que perfectamente debería ser tenida en cuenta a la hora de aprender en qué consiste el género. Por mi parte, una imprescindible en todos sus sentidos que sin duda hará las delicias de cualquier aficionado al género. Y, cómo no, para terminar, apoyar la moción de que Gainax anime esta serie, pues le pega mucho su estilo y además tiene de por sí ya una estética muy similar a las grandes obras de flipadura de este estudio de animación.

Para terminar, agradecer a unos lectores habituales haberme mostrado (LoTuS) e insistido (Záresh y Djevel) en conocer la última de las tres que menciono y conocer así a un autor al que tendré que seguir la pista de ahora en adelante, a ver si sigue sorprendiéndome como lo ha hecho hasta ahora. Uno de los grandes desconocidos, me atrevería a decir.

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