domingo, 5 de agosto de 2007

Razones por las que soy el DJ en mis partidas de rol

Bien, después de hacer (otra vez, sí) noche con los colegas, tocó rol. La típica partida que nos echamos a las 4 de la mañana tras los lingotazos, y que me ha demostrado que soy incapaz de cumplir el rol de otra cosa que no sea master. Los dioses de los Reinos Olvidados me abandonan en cuanto cambio de género que no sea D&D. Y ahora sabréis por qué.

Partida de inquisidor. 4 supuestos miembros de una organización secreta se dedican a investigar sucesos paranormales en una pequeña aldea a tomar por culo de todos lados en Escocia. Pues eso, que mi pj se llamaba Hildebrando, y esperaba realizar grandes hazañas con su jabalina. Pues eso, tras indagar en un par de zonas del costero poblacho, se me echa encima un tsunami. Pero las patitas de Hildebrando, atentas a la amenaza marina, reaccionan tremebundamente ante la visión de la ola gigante abalanzándose contra él. Corre y se salva. Sus excesivos conocimientos en medicina ayudan a recuperar a la gente herida. Al día diguiente, mientras el pueblo se recupera aún de los efectos de su particular catástrofe natural, visita al librero del pueblo para obtener información. Se documenta de una zona de aguas mansas y convence a sus compañeros de ir ahí con la excusa de faenar. Les construyen el barco en tiempo récord, espoliando a los hacedores con la falsa promesa de ir a conseguir pescado, pues la flota fue arrasada con el tsunami. Acto seguido, vemos al bibliotecario saludando desde su particular observatorio... Pues eso, al par de horas de navegación y con un viento a favor, un círculo de agua se levanta ante nosotros, embistiendo a la embarcación. Hildebrando consigue discernir que es un elemental de agua, y mientras se lanza contra los aventureros en una frenética carga, nuestro querido investigador lancero se ayuda de una tabla de la destrozada embarcación para frenar la carga del monstruo acuático. Pero se sumerge, y escupe a presión a los 4 jugadores, subiéndolos unos 30 metros por encima del nivel del agua.

-Faustito, es tu turno. Dime lo que hace Hildebrando y tira Destreza+Atletismo.
-Bien, voy a hacer una fantasmada. Mientras caigo, recojo la tabla de madera, la uso de freno con el aire y el posterior impacto con el agua, y pongo mi lanza en posición para causarle un gran impacto.
-Bien, tira los dados para ver el resultado del impacto con el agua.
-Resultados: 1, 1, 1, 4. Ouch...
-Narración en tono dramático: Hildebrando consigue aferrarse a la tabla y tomar una posición aérea desde la que embestir contra el elemental. Pero al caer, lo primero que hace es darse de bruces contra la tabla de madera, a la par que se incrusta la lanza por efecto de la caída, que además le dejó incosciente. Los otros jugadores le ven flotando boca abajo rodeado de un color rojizo.

Acto seguido, murieron otros 2 compañeros, y el 3º tampoco tardó en caer...

Pero bueno. 4 horitas de partida que se dan por bien agradecidas. Pero sin duda, lo mejor fue de nuevo atravesarse la Gran Vía de Colón sin un alma a las 8:30 de la mañana, mientras me escuchaba y tarareaba (pero tarareaba en versión Konata xD) "Sorega Ai Desho"... Pagaría por volver a hacerlo :3

...

Sorega ai deshoooo... xDDD

1 comentario:

Anónimo dijo...

Anda que las cosas que se te ocurren jugando al rol y con lo que llevaríais encima jeje, pero weno si te hubiese salido bien la jugada hubieses quedado como un dios a los ojos de tus compañeros, pero conociéndote seguro que haces ese tipo de cosas en todas las partidas jaja. Bueno por lo menos os lo pasasteis bien y eso es lo que cuenta.
Pues nada que ya nos veremos en la faku. xau