jueves, 4 de septiembre de 2008

Una de K's, camarero

No, no es una bebida refrescante de sabor amargo. Realmente, vamos con una entrada que debería haber hecho tiempo ha, pero que por ciertas vicisitudes, principalmente porque no me ha dado la gana, no he hecho. Y hasta ahora que no me ha dado la wea, como quien no quiere la cosa, para no ponerme a estudiar súbitamente después de comer, pues vamos a hablar de dos seriecillas pertenecientes a la rama K's de Tanoshii.

Kaiba: empieza siendo una fumada sideral (qué cabría esperarse si no del director de Kemonozume), pero conforme avanza va cogiendo cuerpo y va tomando un cariz no menos interesante y atractivo. Su diseño auténticamente retro y su trama de ciencia ficción elaborada, la convierten en una serie que merece, y mucho, ser vista. La cosa trata de un mundo interplanetario donde la memoria se ha convertido en una mercancía como otra cualquiera, al poder extraerse, y venderse, modificarse, introducirse en otros cuerpos... Así, se nos presentan todo tipo de incógnitas en el primer episodio, que se van desvelando a lo largo de la serie, con un ritmo trepidante en un principio, hasta llegar a la explicación de todo en la trama final, con bonitas historias de por medio. Coherente y atrevida, Kaiba es una de esas pequeñas delicias con las que se topa la gente de vez en cuando, y que agradece ver. Aunque sinceramente, a mí el final no me hizo mucha gracia... Quizás esperaba algo más. Pero la serie en sí está muy bien, muy recomendable para los que les guste el género de la ciencia ficción. Y el estudio es MadHouse, que sigue en su línea de no defraudar con lo que hace.

Kurenai: un slice of life en toda regla con tintes de vida escolar y algo de acción. Una preciosa historia sobre un chaval, Shinkurou, que trabaja como mediador de conflictos y guardaespaldas. Un día, su superior le encomienda cuidar a una niña salida de un entorno familiar de elitismo social tradicionalista japonés típico, de una familia de ricachones muy, pero que muy acomodados que iban a encerrarla en un santuario por tradición familiar para casarla con su hermano o algo así. Y cosas pasan. La niña se encariña con el zagal, le monta pollos, es reeducada para vivir en el exterior, obtiene un montón de buenos recuerdos, y oh, qué bonito, aparece el amor. Lo digo en serio, la serie es una preciosidad, muy entrañable. Agradable de ver, aunque con una animación muy extraña (a mí no me lo parece, en todo caso, tiene un diseño bastante poco frecuente, y sobre todo es por el tono de la serie, resulta perturbador a la par que original y extravagante). Pues eso, otra cosa que merece la pena de mano de Brain's Base (Baccano!, Kamichu!, Shin Getter Robo).

Y esto es todo por hoy. Puede que luego más... o no.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé que te habrá pasado, pero parece que has escrito la entrada con una mano de tres dedos.

Ya te pediré la de Kurenai cuando nos veamos en los pasillos y tal.


PD. Encontré tus dvds de Gundam Seed Destiny; lo siento, estaba convencido de que te los había devuelto :S

Paco Martín Blázquez dijo...

Ya he corregido los typos. A este paso, voy a tener que contratar a un qcer para las entradas...

Y por mí como si te quedas los DVDs de GSD, no los voy a echar de menos xDDDD

Anónimo dijo...

tu si que pareces que vas fumao, patetikooooooooooo