lunes, 31 de octubre de 2011

Steins;Gate: hype positivista


Lo estabais esperando todos. Lo sé. Bueno, lo primero de todo, perdonad la demora correspondiente a la reseñita. Esta semana ha sido una desestructuración absoluta de mis biorritmos y eso me afecta más a la superestructura psicológica que a la infraestructura corpórea a la hora de mover el culo para hacer lo que sea. Para más inri, visita paterna que desarticula la organización pactada por los que vivimos en el pisito madrileño. En fin, después de dejar las excusitas de rigor, vayamos al lío.

Nos encontraos en el verano de 2010. Qué a gusto estuve ese verano, leyendo como un cabrón en el pueblo un montón de cosas para hacer un artículo de investigación. También me dejé a medias El Señor de los Anillos (y desde entonces no lo he vuelto a tocar). Pero mientras yo vivía mi vida armoniosamente, nuestro querido amigo Okabe Rintarou, a partir de ahora conocido por el nombre en clave de Okarin (o también "prota muy flipado doblado por Mamoru Miyano") pasaba unas reiterartivas tres semanas que no nos gustaría haber vivido al resto de los mortales. El caso es que todo empieza con el asesinato de una chica que luego resulta que había desarrollado una teoría para viajar atrás en el tiempo. Y sí, aquí empezamos a no tomarnos esto en serio. Porque da la casualidad de que Okarin, nuestro protagonista de VN adaptado al anime, ha desarrollado un (ojito al dato) microondas teléfono que le permite transmitir su mente a una línea paralela del tiempo. Pero claro, con el brinco que ha pegado de una línea a otra (y más sin duda habiendo dejado mandar mensajitos a todos sus amigotes y amigotas para que cambiaran la realidad a su gusto) al final acaba pasando factura y afecta a sus seres queridos. O por decirlo mejor, a su amiga tonta que no entiendo cómo aguanta siendo Kana Hanazawa en modo insoportable. Nadie en su sano jucio querría rescatar a alguien que es tan... especial (por no soltar adjetivos peyorativos más gordos). Pero, en fin, "oh Japón, nunca cambies" y esas cosas. De mientras, están dale que te pego con la maquinita de marras, desarrollándola de puta madre y luego al final resulta que una organización maliciosa que sólo existía en la mente calenturienta de un "científico loco adolescente" (hola, ¿alguien le ha robado esta idea a Cartoon Network o a Marvel?) resulta que está detrás de su experimento o no sé qué movidas. Total, que con una explicación un tanto cogida por los pelos resulta que se entera de que va pegando brincos por distintas líneas temporales que derivan de unas líneas principales a las que es casi imposible acceder. Así, pretende ir deshaciendo su camino andado para volver a la línea original, en la que se da cuenta una vez que ha llegado que quien la va a palmar no es su amiguita tonta, si no su "asistente" tetiplana y tsundere perdía: Makise Kurisu (nombre clave: Christina). Una despedida muy bonita y todo eso y, luego, dos capítulos para deshacer el entuerto con un happy end de lo más forzado (de ésos que parece que se han puesto tan de moda en las series japonesas de este momento). En definitiva, un mareo de casualidades que pretende hilvanar un hilo argumental algo caótico pero de un resultado resultón que ha convencido a la audiencia con más exageraciones calenturientas que miradas frías de análisis científico.

Y ahora llegan las preguntas del "ciencioescéptico": pero ¿qué me han estado contando? Yo veo más un thriller psicológico que una serie de ciencia ficción, con, por cierto, los elementos del mismo bastante poco elaborados. Te lo dejan caer ahí como si la Kurisu fuera una especie de Rebecca Miyamoto de ésas que salen como de debajo de las piedras cuando menos te lo esperas. Si es que el mundo está lleno de genios. Y es también muy gracioso ver a loss físicos con bata (es una pregunta que siempre me he hecho: si los físicos son más de hacer cuentas y de estar pegados a un astrolabio ciberpunk y cosas así, ¿por qué llevan bata? ¿Es un elemento indispensable para entrar a un laboratorio o para hacer ciencia? ¿Debería yo entrar a los archivos con bata antes que con guantes? ¿A qué huelen las nubes?). Bueno, quizás la lleven. Si alguien conoce la razón, por favor, que me lo haga saber. Es más un asunto de curiosidad que de vida o muerte, pero en fin... los seguidores de Popper mandan en estos temas. Cosas de vivir en una sociedad que sustituye a los sacerdotes por los científicos (al menos éstos salvan vidas y no almas), pero tampoco es que sean harina de otro costal. Cambiamos la toga por la bata y todos nuestros problemas se solucionan. O no. Bueno, antes de irme por donde quiero pero no me dejan, abordamos el tema de "por qué siempre queremos salvar a la retrasada". Sí, es gente a la que se coge un cariño especial si estás viviendo el día a día con ella. Pero de cara al exterior es sin duda gente a la que prefieres evitar, pero es en plan "¿no quieres sopa? Pues toma dos tazas". En fin, cosas que nunca lograré explicarme.

Aun así y con todo, la serie no deja de estar bastante entretenida. Sí, los personajes son típicos y tópicos a más no poder, estereotipos remanidos y caducados que se nota un huevo que han salido de una VN con escenas muy forzadas y comportamientos muy canónicos. Y eso, que de ciencia ficción... psché. Doctor Who seguramamente mole más. Como Star Trek. Pero lo que he dicho, yo esto lo encajaría más como un thriller quiero y no puedo de ciencia ficción que como ciencia ficción propiamente dicho. La tensión se palpa más que los métodos creíbles y demás, y quizás por eso sea tan sumamente entretenida. No hay que desmerecerle el mérito de tenernos a todos a la expectativa semana a semana de ver con qué nos salían en el siguiente episodio o cómo resolvían la movida que aparecía por otro movimiento en la línea beta. Que nos quiten lo bailao, como quien dice. Y si alguien encuentra similitudes en esta entrada con la revisión de la serie que ha hecho el quejica de Dark_sage en su página, pues no es que esté completamente inspirada, es que es un cuasi plagio. Para qué nos vamos a cortar en decirlo. Aun así, quería cantarle las cuarenta a tan vitoreada broza que es anunciada como una de las mejores series del año. No nos engañemos, este año está teniendo una muy buena cosecha: unas series que parece que no pero sí, y las que parece que sí también. Así que por eso no me atrevería a decir que ésta es de lo mejor, es más bien de lo más mediocre de lo mejor (o de lo mejor de lo mediocre, como se prefiera ver) si es que queremos calificarlo de alguna forma. Hagamos un baremo: le he puesto la misma nota que a Gundam ZZ o a K-ON!!, así que algo debe de tener (también es cierto que últimamente me conformo con poco). Pero teniendo ahí series del calibre de Madoka, Hourou Musuko, Tiger & Bunny, Dantalian no Shoka o Mawaru Penguindrum (aún no he visto la tercera de Natsume, pero, conociéndome, me gustará aunque sea más de lo mismo), ésta se queda un poquito corta. Ahora bien, para gustos colores. Pero me reafirmo: esta serie ni de coña es de lo mejor del año por muy bien que se venda. Es entretenidísima, sí, pero nada más lejos de la realidad. Eso sí, una animación bastante decente y un dibujo que se ha mantenido. Pero claro, con todo el merchandising y el mamoneo nipón que ha aparecido a su alrededor, pues cualquiera se atreve a decir esto muy alto. En fin, que los que la aclaman como producto semidivino la terrenicen un poco desde una perspectiva menos "migustocéntrica" y le den un repaso crítico un poco menos difuminado.

En fin, nos leemos en futuras entradas, espero que alguna más interesante que ésta. Hasta la próxima.

2 comentarios:

LoTuS dijo...

"Migustocentristas", hazte fan.

No me hace falta ver la segunda mitad de la serie para coincidir con la crítica. A ver si de todos modos la retomo y con suerte acabo esta semana, aunque sea por vergüenza.

jap0112 dijo...

admito que soy de los que la ponen como serie del año, y mi opinión no cambia teniendo a grandes pesos pesados como madoka.