sábado, 28 de marzo de 2009

27/3/2009: Viaje a Cádiz

¿Qué tienen en común la asignatura de Historia de América prehispánica y el Cádiz del siglo XVIII? Así de primeras, la misma relación que tengo yo con los presentadores de OT. Pero como el mundo es así de molón, da la casualidad de que la profesora de dicha asignatura es especialista en comercio americanista, y ciertas fuentes parecen indicar que también se formó (como mínimo) en dicha ciudad. Pues después de tener que preparar una serie de presentaciones para dar a conocer el objetivo del viaje, pues hoy hemos hecho un recorrido por los edificios más destacables del Cádiz del siglo XVIII, destacando el material preminente: la piedra ostionera.

Tras un viajecito bastante desagradable de 4 horas en autobús, llegamos a la capital gaditana atravesando las murallas y bajando por la Cuesta de las Calesas, nos dejan al lado del palacio de congresos para salir justo enfrente del ayuntamiento. Ahí quedamos con una profesora que nos orientó en nuestra visita, llevándonos a ver el barrio medieval de la ciudad y la portada de la Casa del Almirante (interior en reformas). Así, y tras meternos prisa, subiendo por la Calle Nueva y callejeando un poco, hemos llegado al Oratorio de la Santa Cueva, donde hemos tenido conflictos con la entrada, la cita y demás; pero que un gentil estudiante universitario de 70 años se ha prestado a enseñarnos con todo lujo de detalles. Un lugar muy bonito.

Tras meternos algo más de prisa, acabamos en el Archivo histórico provincial, donde nos expusieron groso modo en qué consistía la funcionalidad del edificio, en qué se trabaja, cómo se trabaja, y algunas piezas de la colección. Después, nos metieron por lo que era el archivo en sí para ver cómo se guardaban los documentos, y dinalmente, accedimos a una de las torres mirador típicas para ver una panorámica de la ciudad (más bien, del casco antiguo), bastante interesante.

Y por fin, tras más de 8 y media horas de movimiento, a comer algo. Antes de ellos, me digné a acercarme al interior de la catedral nueva, pero gastarme 3 euros para verla en cinco minutos, no era plan, así que nos quedamos por la entrada y le echamos un vistazo rápido al clasiquísimo interior de la misma. Y a comer precisamente a espaldas de dicha construcción. Apoyados sobre los restyos de la muralla, disfrutando del sol y del mar gaditanos (y del aire) nos jalamos los bocadillos. Volvimos al autobús, que remató la faena con una visita por la costa, viendo los baluartes, lienzos de muralla y otras construcciones civiles, religiosas y militares que completaban el patrón de asentamiento de la ciudad de la primera época borbónica.

Otras 4 horas en el bus (la mitad aproveché para sobar un poco en una posición bastante incómoda, pero conseguí pegar el ojo) y ya en casita, a relajarse un poquito y a mentalizarse de que mañana será otro día y tocará laburar como un cabrón. O no.

5 comentarios:

lamaldad dijo...

¿No hicistes fotos? porque molaria que las puisieras y explicaras un poco

P.D: el autobus es el mal (a menos que vallas con una tia, que este buena)

Paco Martín Blázquez dijo...

Pues fotos sí que tengo, a ver si luego después me da por ponerlas...

Aunque eso mismo dije con la del salón del cómic y mira xD

Anónimo dijo...

¿Especialista en comercio? ¿la misma que dice que los aztecas tenían noción del pecado original y que bautizaban a sus hijos? (antes de la conquista). Ufff, es que la tía es el perfecto ejemplo de lo mala que es nuestra facultad y universidad.

Felicidades por el blog y, sobre todo, por tu forma de escribir, me encanta.

Un saludo

Carboanion dijo...

A mí Cádiz me encanta, será porque llevo toda la vida veraneando en la provincia... No muy lejos de la catedral estaba el teatro romano, que se visita en un plis pero también impresiona mucho. Y uno de los baluartes sí se puede visitar y ver el mar desde allí es maravilloso, aunque el interior de la fortaleza parezca sacado de una película del oeste XD

Paco Martín Blázquez dijo...

@Anon: bueno, qué quieres que te diga, si la mujer es especialista en el comercio americano del XVIII, daba clase de América contemporánea y nos da prácticas de mayas con vídeos de Jiménez del Oso... De todas formas, quizás sean términos poco afortunados los que utilice, porque bien es cierto que parece ser que esos ritos y mentalidad existían (digo, parece ser). Pues bueno xD Gracias por los piropos también :)

@Carbo: lo primero, ¡cuánto tiempo! xD Pues el teatro romano también lo vimos de pasada cuando hicimos el rondo por la costa de la ciudad. Y sí, los baluartes daban ganas de visitarlos. Suerte, además, que los universitarios gaditanos, en vez de tener una cacho de cuesta y cipreses (a los cuales soy alérgico) tengan playita al lado del campus. Eso me mató xD

Cuñanta actividad ha tenido esto en un par de días, me quedo de piedra xD