martes, 31 de agosto de 2010

Lecturas veraniegas II

Como ya hiciera el año pasado, y aun habiendo algo de tiempo para más, me dispongo a realizar un análisis de las diferentes lecturas que he llevado a cabo este verano, tanto libros (monografías de ésas que me gustan sobre todo y alguna novela) como algo de cómic. Omitiré, por razones profesionales, las vinculadas al trabajillo de investigación que ando haciendo, que puede resultar un poco repetitivo, y más viendo que son muchas lecturas temáticas y complejas sobre un tema realmente no muy interesante (y que tienden bastante a visiones clásicas de la historiografía, siendo alguna que otra revulsiva en su época pero no mucho más allá de un corte tradicional referido a la historia política y de los grandes personajes del México colonial del siglo XVIII y su posterior proceso de emancipación en el primer cuarto del siglo XIX.

-La crisis del siglo III: empezamos con la obra del que fuera mi profesor Fernández Ubiña, con un estudio sobre las distintas corrientes historiográficas que se adentraron a investigar e interpretar los fenómenos que dieron lugar al proceso de la crisis del siglo III a través de sus causas, sus hechos y sus consecuencias. Estudio que repasa las vertientes historiográficas, no deja de ser un trabajo erudito en donde se debaten las distintas visiones y análisis de una época, desde las perspectivas más tradicionales hasta estudios de distinta raigambre (desde una óptica liberal a una marxista, junto con estudios del caso hispánico). Realmente, no deja de ser una obra alimentada por su época, a principios de los ochenta, muy en la línea del decadente mundo bipolar, y más conociendo las orientaciones que el autor tiene (cierta ventaja que tiene uno de haber sido su alumno, que no un pupilo o un discípulo, desgraciadamente). Pero eso no quita que sea un estudio muy completo y sobre todo documentado, pues se basa más que en otra cosa en ver cómo han tratado distintos autores a lo largo del tiempo este proceso histórico concreto.

-Análisis de los Estados Unidos: esta apacible obra del filósofo Julián Marías me fue recomendada vía internet. No deja de ser más que una colección de sensaciones que el autor tiene de los estadounidenses, de su idea como nación y de su comportamiento, más como un estudio de sus pensamientos y la ampliación de una obra previa que escribió tiempo atrás. Es, además, un libro de finales de los sesenta, con lo que deja la sensación de conocer más reacciones sobre la época que se avecinaba, en especial tras lo sucedido por la guerra de Vietnam (a la cual recurre, sobre todo a modo de la propia crítica de la sociedad estadounidense, ajeno a cómo se resolverá el conflicto). En definitiva, no deja de ser un poco ver "la cara amable" de la sociedad y la mentalidad estadounidense, cosa que en cierto sentido no ha dejado de resultarme algo atípico, pues normalmente en este tipo de trabajos se suele encontrar una críica bastante más dura a todo lo que en ésta se habla. De ahí su interés y el ofrecimiento de ideas, conceptos e incluso algunos estudios que merecería la pena analizar, tales como la entidad del trabajo, la idea de la "tierra de las oportunidades" y su concepto de pobreza (del cual ya ando pensando en indagar un poquito más), entre otras.

-La revolución historiográfica francesa: en esta obrita del autor inglés Peter Burke nos da un repaso, desde su perspectiva inglesa y su simpático estilo, de la escuela historiográfica francesa por antonomasia del siglo XX: la escuela de Annales. Haciendo un repaso desde sus antecedentes hasta a donde ha llegado en las últimas dos décadas, ofrece una introducción magnífica tanto a la visión historiográfica de esta escuela como a la propia crítica que en su momento suscitó, suscita y se le reprocha a las nuevas modalidades que plantearon sus grandes figuras, tales como Marc Bloch, Lucién Fevbre y Fernand Braudel, entre otros muchos de tercera generación. El estudio de las mentalidades, la geohistoria, la psicohistoria, la historia antropológica y muchas otras introducciones interdisciplinares a raíz del movimiento son analizadas con la característica sorna inglesa del autor, el cual a empezado a caerme simpática cual Carlo Maria Cipolla. Recomendable para tener una idea general de lo que significó esta escuela para la historiografía en general, ameno de leer y muy ilustrativo. Aparte de facilitar una ingente cantidad de estudios y bibliografía en esta línea para leer (y hasta releer).

-La tía Tula: nunca había leído previamente nada de Miguel de Unamuno. Y la verdad, me arrepineto, pues es un personaje de lo más interesante, tanto por su faceta literaria como filosófica, que también plasma en su obra extraensayística. Ligado al regeneracionismo y a la generación del noventa y ocho, de convicciones fuertemente cristianas (también plasmado su pensamiento doctrinal en, por ejemplo, esta obra), al final de su vida se desligó del PSOE para acabar apoyando el levantamiento militar de julio del treinta y seis, que finalmente acabó rechazando (supongo que después de esos coros de "Viva la muerte, abajo la inteligencia"). En fin, dejándome de rollos, la pequeña obra consiste en contarnos la vida de una tal Gertrudis que se dedica a putear a su cuñado, vertiéndonos un curioso estudio sobre castidad y valores de familia bastante exagerados y exasperantes, a través de una perspectiva propia del realismo a que nos tienen acostumbrados los grandes autores peninsulares de esta época. Una lectura interesante más a modo de documento de mentalidades que de otra cosa, reflejándose perfectamente reflexiones del propio autor respecto a temas de matrimonio, influenciados por una fuerte presencia de la religión cristiana católica arraigada en la España profunda.

Y ahora, vamos con un poquito de manga:

-Soul Eater: En general, no deja de ser un shônen típico de aventuras, con mucha pose y personaje estrafalario en un mundo de estética rozando lo timburtonesco. Hasta el capítulo 35-36 no deja de ser el story board del anime de Bones, pero en el que se aprecia la evolución estilística del autor. A destacara algunos de los personajes secundarios (sigo pensando en que Ox-kun merecería un spin off junto con otros tantos personajes de segunda fila en la serie, considerablemente más carismáticos que algunos de los principales) y lo interesante que resulta a partir de donde degenera la animación. Tras casi sesenta capítulos leídos, hay que destacar eso, que consigue lo que se le pide a una serie de este estilo, sin ir mucho más allá. Suficiente.

-Seizon -LiFE-: la combinación de Nobuyuki Fukumoto junto con Kaiji Kawaguchi ya nos dejó en su momento Confession, la historia de la confesión de un asesinato en una situación complicada con atosigantes resultados. En esta ocasión, un hombre al que le diagnostican pocos meses de vida debido a un cáncer de hígado se dedica a investigar antes de palmar la muerte de su hija, encontrada casi quince años después de su asesinato. Historia enternecedora, con un protagonista con voluntad de hierro y con el que te acabas encariñando, aunque al final se estira demasiado la resolución del caso. Aun así, los momentos de tencsión dramática son llevados con la maestría del maestro Fukumoto aderezado con el estilo de Kawaguchi, clásico y elaborado a su manera, bastante adecuado para ayudar a transmitir las sensaciones que el guión ofrece. Recomendable pero a su vez un tanto decepcionante (quizás por el hype previo que ofrecen estos dos grandes del manga).

-Onani Master Kurosawa: una especie de doujin extraño en donde nos encontramos con una especie de Lelouch pajero con ínfulas de Light Yagami que se dedica a putear, por orden de la mosquita muerta de su clase, a las compañeras de su clase que le chinchan por el efectivo método de eyacular sobre sus cosas. A priori no deja de ser algo retorcido y que puede provoacar hasta risa, pero poco a poco se va moderando hasta hacerse una agridulce comedieta de situación y amor estudiantil, con un kilo de referencias al anime de moda de estos últimos años. Al final la cosa acaba retorciéndose demasiado por "la vertiente buena" de los acontecimientos y... psé.

Para finalizar, diré que reservo para tiempos mejores y cuando lo acabe una buena reseña de El Señor de los Anillos, al cual también le he metido un buen pellizco este veranito. También me dejo para después las reseñita de la preciosa Yokohama Kaidashi Kikou en la sección de manga. Y bueno, ya nos leeremos en próximas reseñas de diversas actividades veraniegas.

1 comentario:

Záresh dijo...

Y la reseña de Samidare? xD