lunes, 18 de mayo de 2009

Una de historia de las mujeres... y faraones


Para que luego la gente cuerstione mi memoria y me diga que un anfibio polimorfo tiene más que yo, todavía recuerdo algo que me dijo una vez mi amiga Nesfe: "Cuando deis a Nefertiti en Egipto y POA, dedícale una entrada". Pues bien, tras la excesiva paliza que me ha supuesto la asignatura de historia de las mujeres (4 exámenes y sus correspondientes trabajos por una asignatura de 6 créditos por la que se acaba aprendiendo tanto no sé si realmente acaba saliendo rentable, pero vamos, lo importante es eso, aprender), pues habiendo llegado por fin al Reino Nuevo Egipcio, toca ya hacer este ejercicio de feminismo positivista para deleite de mis "allegados" lectores y en concreto para Nesfe, que me la pidió expresamente.

A pesar de que por esta época (la XVIII dinastía, siglos XV-XIV) gozaba de mayor importancia una figura anterior a la que pasaré a tratar grosso modo ahora, la de la reina Hapshepsut (que actuó como una faraona propiamente dicha del imperio egipcio); cierto es que la reina que educó a Amenofis IV despierta mayor interés en todo lo que se refiere al entorno ético-mísitico que genera por el hecho principal de ser la reina que trató de encarrilar a semejante sujeto, el cual es más conocido quizás como el instaurador del culto oficial al Atum ante todos los demás, personificándose en divinidad como si un faraón del Reino Antiguo fuese a la par que el imperio asiático de Egipto perdía terreno a manos de los hititas de Suppiluliuma I (interesantes personajes, estos hititas... algún día habré de dedicarles una entradita). Pasando de lo interesante de esta época, se especula también con el origen de esta princesa, que bien se plantea que podría ser perteneciente a esta nobleza local de envergadura tan simpática de los nomos que busca alianza con la realeza para tener vínculos con la familia del pr-r' y así tener posibilidades de agenciarse el trono; o bien puede ser una princesa de Mittanni (otro de los reinos que componen el mosaico proximooriental de la época), fruto de esas intensas relaciones internacionales que se desarrollaban en la época (ni las embajadas italianas de tiempos de Carlos V, vamos). parece ser que el gran faraón finalmente la repudió, desapareciendo del mapa en cierto punto, sin documentación ni imágenes que la emncionen en los textos. A saber, estos egipcios estaban como cabras...

*Soy castigado por la Maat.

Bueno, pues yendo al plano de los artístico y especulativo por igual, parece ser que el famoso busto que está en Alemania pertenecía a una producción en serie del taller de un tal Tutmosis de Amarna. Era la única "terminada" (entrecomillado, debido a que aparecieron otros bustos sin pintar, y a éste le falta un ojo que se habrá desprendido). Según he podido observar en estudios recientes, parece ser que fisionómicamente (se dice así, ¿no?) no era tan guapa como la pintaban. Raro me resulta tras ver los retratos tan "naturalistas" (dentro de lo que cabe en la concepción artística egipcia, tan clásica y con fama de "inamovible", cosa difícil de justificar en una civilización de unos 3500 años de duración) de Akhenatón, pero bueno, ya se sabe que la discriminación positiva no es sólo cosa de Zapatero. Está todo inventado, como diría nuestro querido profesor de la asignatura, el cual, como vea esta entrada, me puede defenestrar por si he metido alguna cagada que no me extrañaría haber cometido. Si es así, ¡que Maat me castigue!

*Soy castigado por la Maat.

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