viernes, 2 de julio de 2010

Summer Wars


Y en esta ocasión, entramos con una película muy premiada y reciente, traída de la mano de los mismos creadores de la magnífica Toki wo Kakeru Shojo (estudio Madhouse, director Mamoru Hosoda y diseñador de personajes Yoshiyuki Sadamoto). Adaptando una obra previa, aquí vemos cómo se entremezlca la película anteriormente mencionada con una especie de Facebook de Digimon (ojito: Hosoda dirigió previamente algunas películas de Digimon, las primeras... y se nota), por lo que una traslocación más moderna de éstas podría ser una perfecta definición de la misma.

Kenji, un chavalito de instituto del montón es invitado por su senpai buenorra a la casa de verano de su abuela, una pedazo de mansionaza heredada de un linaje familiar de tradición acojonante o algo por el estilo. Y van a celebrar el cumpleaños de la viejecita en cuestión, con toda la familia implicada en ello y presente en la mansión. El caso es que el maromo tiene que hacerse pasar por el novio de la muchacha porque ésta le hizo una promesa a su abuela. También resulta que el zagal es un cocazo y le da a las matemáticas que da envidia (otros aún tenemos complicaciones serias para calcular el dos kalendas y hasta nos equivocamos en su resultado) y además le dieron cuenta de cuidador del mantenimiento de esta red social masiva de la que depende casi todo (guau, atentos al guiño del Gran Hermano). En definitiva, una noche le llega un mensaje cifrado que le da por resolver con un numeraco del copón y acaba liándola parda en el mundo virtual. Así, a partir de ese momento se esforzará por salvar su imagen y reparar el daño que ha ocasionado. Así, pasan cosas y... ¡koi koi!

La película está muy hypeada. Apenas ofrece la mitad de lo que promete de antemano en sus dos horazas de duración. Me quedé bastante defraudado a pesar de tener un magnífico apartado técnico, tanto en animación 3D como por el resultado que ha quedado. Sí, me sentí muy decepcionado al verla, me esperaba una agradable sorpresa como cuando vi Tokikake, pero se quedó más en una esperanza que en un hecho. En fin, tocará esperar a la próxima conjunción astral para que este equipo vuelva a sorprendernos con algo similar. O al menos, no que se quede tan corto.

Por otro lado, la defensa de valores tradicionales y estereotípicos japoneses (la consanguinidad y la unidad familiar, la importancia del "qué dirán" y el estatus dentro del grupo, la épica a su manera y su concepción del honor, los juegos de mesa, la disciplina y las artes marciales, entre otros) combinado con la percepción de las nuevas tecnologías y los efectos que éstas tienen en nuestra vida diaria además de la trasposición de personalidades bajo avatares virtuales daría lugar, como poco, a una correlación de estudios socioculturales como poco interesantes en un principio. Es, sin duda, una película muy japonesa en ese aspecto, combinando la imagen clásica que se pueda tener del Japón profundo vinculado con la faceta más moderna y vanguardista del país nipón. Podría hacer una breve introducción o explayarme sobre eso, pero creo que lo dejaré ahí planteado para el debate y que las nuevas generaciones tengan algo de lo que hablar cuando vean la película de marras. Así que ya sabéis, quien quiera aprovecharse de la idea, que al menos se lo curre un poquito más que yo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me encantaria verla pero no la he encontrado por hay para descargarmela con sub en español ><

FEaDDiCT dijo...

¡Blasfemia!

Paco Martín Blázquez dijo...

Por ahí tienes la de inshuheki y Tanoshii, si te vale.

Anónimo dijo...

Aquí Agua, que no hay manera de Blogger me permita dejarte un comentario, ya me ha salido tres veces el mismo mensaje de error tras teclear lo siguiente:

Yo fui perry y la vi en inglés hace poquito: a mí me gustó bastante, pero ese momento "bishoujo" en que visten a la tipa de gala en plan Sailor Moon enfrió bastante mi entusiasmo :P